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Reportaje:

La calvicie en el perro

Aunque no existe un remedio seguro que evite la pérdida de pelo, la caidá puede mitigarse

Una de las quejas más comunes entre los poseedores de perros, sobre todo de aquéllos que tienen el perro en casa, es relativa a la pérdida de pelo y los inconvenientes que ello acarrea. La queja es bastante razonable porque el pelo de los perros cunde mucho, y así se encuentra en los trajes, en la alfombra, en las butacas, en el baño, en todas partes. Siento decirles que se trata de un problema sin solución, aunque bien es verdad que pueden paliarse sus inconvenientes o, al menos, mitigarse si la caída se produce de manera escandalosa.De entrada, conviene sabe que la renovación de pelo se produce de forma natural en todos los animales que lo tienen, como cambian la pluma las aves, y sólo tiene importancia en casos muy determinados.

La misión de la capa de pelo en los perros, del manto, como también se denomina, es la de regular la temperatura del animal El pelo retiene el aire que está en contacto directo con el cuerpo y así el animal siente menos calor en verano y menos frío en invierno. Puede decirse que con el pelo el perro tiene asegurada una temperatura constante que le permite una actividad igualmente homogénea. Otras misiones del pelo son también las de resguardar al animal del agua de la lluvia, las espinas de algunas plantas, las molestias de determinados insectos, etcétera. Hasta aquí todo parecen ventajas, y por eso no nos explicamos el capricho de la naturaleza privando de él a perros conocidos como de piel desnuda, existentes, sobre todo, en Asia y algunas zonas de América Central.

Atendiendo a su longitud, el pelo de los perros es flexible y derecho; flexible y ondulado; rizado y duro. Generalmente, las razas que tienen el pelo largo suelen tener también bajo éste una subcapa de pelo más, denso y suave, que es el que está en contacto más directo con la piel.

Parece, según indicios, que hace muchos miles de años el pelo de los perros era muy semejante en todas las razas, atendiendo a su color. Era lo que hoy se denomina como leonado y que les servía bastante bien para camuflarse en el terreno entre el que trabajaban. Luego, las mutaciones naturales y la selección y cruces que fomentaron los criadores fueron cambiando y ampliando la tonalidad. Hoy se establecen dos grandes grupos que engloban todas las posibilidades: el simple o monocromo y el compuesto o polícromo. Los animales de pelo siemple han de tener, por supuesto, una misma tonalidad, aunque exista variación en los matices. En los perros de pelopolícromo, éste se superpone en coloraciones distintas, generalmente tricolor con blanco, negro, naranja y fuego.

La caída del pelo no suele ser preocupante salvo por las molestias que ocasiona, y éstas pueden ser mitigadas con cepillados diarios para separar el pelo muerto. Cuando la pérdida ocasiona calvas ya suele ser síntoma de que algo no marcha bien y se denomina alopecia.

Si va acompañada de picores suele ser inidicio de tiña, sarna, parásitos, etcétera, y lo recomendable es la visita al especialista.

Algunas veces, el problema de la caída anormal de pelo afecta a los cachorros y suele ser originada por deficiencia de la glándula tiroides, debida a la falta de iodina en la leche materna. Se trata con tabletas de extracto tiroideo y pequeñísimas dosis de iodina.

Si sucede con perros ya viejos hay que buscar las causas en desarreglos hormonales y algunos veterinarios recomiendan la castración.

Si la caída de pelo es en una hemra, y ésta se manifiesta al mismo tiempo torpona y casi sin energía, conviene recurrir al extracto tiroideo, como en el caso de los cachorros. Algunas veces se advierte después del parto y lo más aconsejable es adecuar la alimentación, porque, generalmente, el pelo vuelve a crecer sin tratamientos.

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