Reconocer el derecho de propiedad

Con cierto retraso, nos hemos enterado de la polémica que el uso de una idea de Jorge Salas ha despertado en España.Aunque parece ya claro que se ha hecho justicia a la paternidad creativa del diseño, deseamos confirmar que, siendo Jorge un viejo amigo nuestro, le hemos encargado buena parte de nuestra imagen gráfica. Suyas son otras cuatro carátulas de nuestros discos, y hemos utilizado diseños suyos en numerosos affiches, entre otros el de la llama voladora, con el que hicimos una gira por España en 1979 y haremos otra por Alemania Occidental en enero y febrero del año próximo.

La originalidad y capacidad creativa de Jorge Salas está, para nosotros, fuera de discusión, no sólo como gráfico y diseñador, sino como pintor de extraordinaria intensidad comunicativa.

El caso nos ha llamado doblemente la atención, porque nuestro trabajo sobre canto de pueblos andinos parece predestinado a despertar apetitos copiatorios. Tal es así, que en el Reino Unido ha aparecido un grupo británico que, en la mejor tradición piratesca de ese país, ha copiado groseramente nuestros arreglos y nuestro estilo para editar un disco que rápidamente ha sobrepasado los 100.000 ejemplares de venta, saqueando con europea desenvoltura el trabajo creativo y de estudio que hemos llevado adelante fatigosa y apasionadamente durante 16 años. Nos parece importante el interés que ha despertado el caso, porque nos hace esperar que por lo menos moralmente sea reconocido nuestro derecho de propiedad -como latinoamericanos- sobre las riquezas que genera nuestro suelo, nuestras manos o nuestras cabezas.

Aprovecho la oportunidad para renovar las manifestaciones de aprecio que en más de una ocasión hemos expresado acerca de la excelente actividad periodística de EL PAIS. /