UGT y CEOE estudian las posibilidades de acuerdo para la próxima negociación colectiva
Una representación de la Unión General de Trabajadores se entrevista hoy con representantes de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), en un intento más por desbloquear la situación en que se encuentra la concertación social. La patronal ve muy difícil alcanzar acuerdos globales, semejantes a los firmados en años anteriores, y CC OO condiciona las negociaciones con la CEOE al resultado de las conversaciones con el Gobierno.
La reunión de hoy entre UGT y la CEOE, primer contacto oficial entre las dos organizaciones para la negociación colectiva del próximo año, tendrá previsiblemente como temario el planteamiento general de las dos partes sobre las materias que pueden ser objeto de negociación.UGT, en su línea de diferenciar los temas a tratar con el Gobierno y con la CEOE, defenderá la necesidad de abordar los criterios salariales en el sector privado y otros relativos a productividad, sistema de arbitraje, modificación de ordenanzas laborales, seguridad e higiene, etcétera. Materias todas que, en definitiva, ya han sido objeto de negociación en anteriores acuerdos y que han tenido escaso desarrollo práctico.
La central socialista -y en esto coincide la CEOE- tiene, en esta ocasión, muy claro que no puede irse a una negociación de características similares a las de años anteriores. El acuerdo que haya de surgir, condicionado por una política económica que la patronal califica de excesivamente rígida, habrá de dejar puertas abiertas a otras negociaciones paralelas que podrían "cerrarse" a nivel sectorial.
Será en el tema salarial donde las discrepancias entre las partes adquieran mayor virulencia. La UGT considera que en este aspecto se podría ir, igual que en acuerdos anteriores, al establecimiento de bandas salariales ligadas directamente a cláusulas de revisión. Para la CEOE, la política económica deja muy poco margen a las partes y ve muy difícil conseguir establecer algún tipo de banda salarial. Éstos serían aspectos que se podrían negociar tomando como referencia las indicaciones del Gobierno.
Preocupación empresarial
No obstante, la preocupación empresarial no va tanto por las subidas salariales como por el coste del dinero. Los efectos positivos que se producen con una política de moderación salarial pueden quedar destruidos por una política económica excesivamente rígida, en la que el acceso al crédito es, cada vez, más problemático.En lo que sí coinciden plenamente UGT y CEOE es en la conveniencia de establecer mesas paralelas. Determinados temas deben ser tratados con el Gobierno y otros deben ser negociados exclusivamente entre las partes. En expresión gráfica de un representante empresarial, "no es buena una cama redonda entre Gobierno, sindicatos y patronal".
Empresarios y centrales estudiarían los viejos temas que siempre han ido quedando pendientes, a pesar de haber sido recogidos en cuantos textos se han firmado desde el Acuerdo Marco Interconfederal (AMI): productividad, sustitución de ordenanzas laborales, absentismo, etcétera.
CC OO, mientras tanto, se encuentra a la espera de los contactos con el Gobierno. A sus resultados condiciona las posibilidades de concertación con los empresarios. Para este sindicato, existen serias dudas de que el Gobierno tenga auténticas intenciones de negociación. Marcelino Camacho aseguraba ayer, en la presentación de las Jornadas sobre Mercado de Trabajo, organizadas por CC OO, que "la negociación colectiva podía servir para superar las diferencias entre UGT y CC OO". Afirmación que, sin embargo, parece más voluntarista que real, si se tiene en cuenta que los criterios de una central y otra chocan, en ocasiones, frontalmente.
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