El Gobierno estudia la subida inmediata del butano, la gasolina y la electricidad

El Gobierno estudia la subida inmediata de la gasolina, siete pesetas por litro, el butano y la electricidad. La Junta Superior de Precios se reunió ayer, en su encuentro habitual de los martes, y,pese a los rumores en torno a una inminente subida de los precios de los productos derivados del petróleo y las tarifas eléctricas, "no elaboró su dictamen preceptivo" sobre tales cuestiones, según informaron fuentes gubernamentales solventes. No obstante, una fuente habitual señaló a este periódico que "no existe razón alguna para que el Gobierno no las autorice en el Consejo de Ministros" que se celebra hoy, aunque la decisión también puede retrasarse hasta al próximo Consejo.En cualquier caso, los informes elaborados -que estudiará en breve la Junta Superior de Precios, si es que no lo hizo ayer- apuntan hacia una subida de las gasolinas en tomo al 9% o 10%, es decir, unas siete pesetas por litro, mientras que las tarifas eléctricas podrían subir un 7%, con el objeto de incluir ya en el nuevo incremento el que se decida, antes o después, en el fuel.

La subida de los carburantes derivados del petróleo, incluido el butano, ha sido considerada como una necesidad desde hace meses por parte del sector energético y de algunos medios de la Administración.

Por su parte, Butano, SA, había solicitado oficialmente el incremento de sus tarifas hace varios meses, con el argumento de que perderá 9.000 millones de pesetas en 1983 si los precios se mantienen inalterables.

En ambos casos se ha señalado que la depreciación de la peseta frente al dólar, moneda de pago de los crudos, ha sido muy importante desde la fecha de la última subida, el pasado diciembre, lo que ha provocado un desajuste entre los precios de compra y los de venta.

Según fuentes solventes, la modificación de los precios de los productos derivados del petróleo fue tema de discusión en varias reuniones de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos.

Pero el deseo gubernamental de no cargar el índice de precios al consumo (IPC) en los nueve primeros meses del año, con el previsible impacto que eso tendría en la negociación colectiva, aconsejó retrasar las subidas hasta el mes de octubre.

Fuentes fiables señalan que la subida de los carburantes y del butano es una necesidad desde hace meses, exclusivamente por motivos recaudatorios en el primero de los casos y por desequilibrios en precios de origen y destino en el segundo.

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