Tardía reacción de las eléctricas
Sin duda hubo en la jornada de ayer, que cerraba la semana bursátil, dos hechos destacables: La tardía reacción de las eléctricas, y la firme decisión de los bancos de sacudirse de encima esa oferta, oficialmente pequeña, que día a día les impide recuperar posiciones.El inicio de los corros de los valores eléctricos en el mercado madrileño constituyó una sorpresa, ya que cuando se pensaba que comenzaba a amainar el temporal vendedor generado en la semana anterior, volvió a presentarse de una manera un tanto obstinada. Pero el susto pasó pronto, pues tras las primeras pérdidas registradas por Hidrola y Sevillana, estos mismos valores conseguían recuperar parte del terreno perdido durante los primeros cinco minutos.
La situación no se volvió a repetir en el resto de los corros, al producirse la retirada de la mayor parte de las órdenes vendedoras. Este cambio de actitud permitió a los principales valores del grupo, excepto los dos ya mencionados, anotarse unas ganancias que llegaron incluso a poner un signo positivo en el indicador particular del sector eléctrico.
A partir de aquí, todo se desarrolló de una manera más, fácil, ya que la actuación de los inversores a corto plazo, cuyo móvil es intentar generar plusvalías en algunos valores de segunda fila, viene obligando a los sectores menos importantes a registrar unas alzas. que no tienen mucho que ver con la situación general de los valores que los componen.
La situación quedaba que ni pintada para que los valores bancarios lograsen su propósito. El saldo oficial de la caja volvió a repetir la cifra registrada el día anterior, aunque ya sólo uno de los componentes del grupo de los siete grandes bancos mantenía un resto positivo. La postura casi unitaria de los bancos consistió en barrer los saldos y en repetir sus cotizaciones, con lo que quedan en una situación óptima para que la semana próxima, si los vendedores no reinciden en su postura, se produzca una recuperación que, hay que reconocérselo, estas entidades se han ganado a pulso.
Por lo que respecta a los demás sectores del mercado, su evolución está ligada a los caprichos de la inversión a corto, que con sus tanteos compradores están logrando sostener, y a veces mejorar, los precios.
De los mercados bursátiles de Barcelona, Bilbao y Valencia puede decirse prácticamente lo mismo, aunque los hechos no se hayan sucedido con este mismo orden. Los resultados fueron casi iguales, si se hace excepción del mercado catalán, en donde los valores eléctricos no lograron resultados positivos. Las tres centésimas que perdió este mercado, son un reflejo del equilibrio entre las ganancias de los sectores bancario y siderúrgico, y las pérdidas del resto.
El cierre semanal resultó bastante entonado, aunque carente de aspectos realmente positivos que permitan pensar en una recuperación de las bolsas en un plazo corto. Los deseos de las instituciones bancarias y el juego de la inversión a corto son los pilares sobre los que realmente se asientan las expectativas de los mercados de valores.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.