Una víbora cornuda de Gabón bate el récord de reproducción en el Zoológico madrileño
La víbora cornuda de Gabón hembra que se exhibe entre las serpientes venenosas en el Parque Zoológico de Madrid parió entre el lunes y el martes 71 crías, de las que han conseguido sobrevivir 63. Este hecho constituye un récord mundial. Los ejemplares de la especie citada suelen tener un máximo de 20 crías por parto. Cada una de las crías nacidas en el Zoo madrileño tiene un peso aproximado de 70 gramos y cuenta con un sistema inoculador de veneno perfectamente formado.
La víbora es la única hembra de su especie con que cuenta la exposición que Atrox (Instituto de Hepertología -estudio y crianza de reptiles-), mantiene abierta desde el mes de marzo de 1982 en el zoológico. Su apareamiento con un ejemplar macho se realizó en la misma exposición hace cuatro meses y medio. "Estas víboras", informó el veterinario Alfonso Molina, que intervino en el alumbramiento junto con su compañero José Luís Méndez, "practican una danza ritual de apareamiento que en este caso duró 24 horas, a lo que siguió un período de cópula de unas 12 horas". El parto, que comenzó el pasado lunes al mediodía, duró casi 18 horas. Las primeras crías nacieron sin dificultad, pero a las últimas hubo que ayudarlas.Por el momento todas las crías se encuentran juntas, y serán separadas si cuando empiecen a comer, dentro de cuatro o cinco días, se observa que se pelean por los alimentos. Hasta que crezcan permanecerán en el Zoo de Madrid, y después se procederá a intercambiarlas con otros parques zoológicos. Molina manifestó que "el nacimiento de las 71 víboras ha constituido todo un récord; ya se han empezado a recibir llamadas de todo el mundo para interesarse por el estado de las crías y el desarrollo de la gestación y el parto".
El alimento que se les proporciona consiste normalmente en conejos o ratones vivos de unos 800 gramos, cada 8 días, aunque los adultos pueden estar sin comer hasta seis meses. La madre de las 71 crías estuvo sin alimentarse los dos últimos meses de gestación. A las crías se las alimentará de momento con conejos recién nacidos.
La cornuda de Gabón es la mayor de las víboras existentes y una de las más venenosas. El líquido que inoculan, en cantidades muy elevadas que pueden llegar hasta un gramo en algunas ocasiones, produce la muerte en una o dos horas, generalmente por parálisis respiratoria. La acción del veneno es a la vez hemotóxico y neurotóxico, afecta a la circulación sanguínea y al sistema nervioso conjuntamente, circunstancia que resulta extraña en su especie.
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