Los 'derechos humanos' de las ciudades
Mi queja a EL PAIS es por la poca información que dedica a las pequeñas ciudades de provincia del interior. Ni Ávila, ni Soria, ni Segovia (salvo este verano) aparecen casi nunca en sus páginas.Para mí, natural de una de estas ciudades castellanas, es como si el periódico que leo cada día me traicionara un poquito. Y digo esto por la tristeza, irritación y desesperanza que he sufrido en mi anual visita sentimental a mi ciudad -Ávila-, al contemplar la nueva plaza que ha sustituido a las casas antiguas (siglo XIX) de la calle de San Segundo.
Ver frente al portal de la casa de mi niñez esa horrible extensión de arena con bancos de madera tipo caja de ahorros, esas farolas que parecen peceras vacías, ese muro que ahora deberán reconstruir en muralla, me deprime. ¿Dónde están los derechos humanos de las ciudades? ¿Quién me ha destrozado una calle y la ha sustituido por esto?
Sufrí en mi juventud -cuando no había democracia- la destrucción del Mercado Grande, antes una plaza pueblerina y bella, convertida luego en aparcamiento de coches. Contemplo hoy cómo sigue la destrucción de mi ciudad. Y ruego al director de EL PAI S que envíe a un redactor de su periódico -mejor si ama a Ávila- a pasear por esta ciudad. Seguro que encuentra noticias, al menos de desastres urbanísticos. /