El Gobierno considera inaceptable asumir el riesgo de cambio monetario en las deudas de Explosivos Río Tinto

Ayer se produjo un nuevo aplazamiento en la solución de los problemas financieros de Unión Explosivos Río Tinto (ERT) con los nuevos planteamientos que presentó la Administración, y más concretamente el representante del Ministerio de Economía y Hacienda, en la reunión que se celebró entre los representantes de los acreedores, de los ministerios de Economía e Industria, y de la propia empresa. El ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, declaró ayer que era un principio inaceptable que el Gobierno asumiese el riesgo de cambio y que le parecía insuficiente el esfuerzo que los acreedores habían hecho en ERT.Los acreedores bancarios extranjeros han remitido a sus respectivas casas matrices las nuevas propuestas de la Administración, que básicamente se concretan en la negativa a reconvertir la deuda de la empresa en divisas, a pesetas. Del mismo modo, se ofrecieron, por parte de las instancias oficiales, unas ayudas extraordinarias, del orden de los 4.000 millones de pesetas, para contribuir al saneamiento financiero de la empresa en los dos próximos años, a la vez que se ofertaba la compra de activos materiales de ERT por valor de unos 10.000 millones de pesetas.

La oferta concreta de la Administración Central se refería a la adquisición de las plantas de polietileno de baja densidad, a la parte que corresponde a ERT en la mina de potasas, y a la participación del 50% que esta sociedad mantiene en Asur, donde el otro socio, con otro 50% es la Empresa Nacional de fertilizantes (ENFERSA). El último capítulo correspondía a la Empresa Fosfórico Española dedicada a la fabricación de productos inorgánicos, materia prima para abonos. Estas propuestas de la Administración corresponden a un intento de reestructurar sectores concretos de la actividad económica nacional, utilizando para ello participaciones de ERT, y obviando la necesidad de establecer ayudas extraordinarias de cuantías excesivamente elevadas.

La transformación

Por su parte, los acreedores bancarios han mantenido la necesidad de que la deuda en divisas de la empresa (que puede superar los 60.000 millones de pesetas) pueda ser transformada en pesetas. Para esto, la banca habría solicitado de la Administración la concesión de unas líneas especiales de crédito con las cuales se procedería a este trastoque. No obstante, en medios próximos a la autoridad monetaria se ha puesto de manifestó el hecho de que una actuación de este tipo producina una importante salida de divisas de nuestro país, a la vez que constituiría una auténtica conmoción para los tipos de interés en el mercado cambiario.En la citada reunión, la Administración, como una compensación por la negativa al trueque de la deuda en moneda extranjera a pesetas, ofreció la posibilidad de incrementar las ayudas, especialmente en el capítulo de financiación al capital circulante, que ascenderían a 4.000 millones de pesetas, divididas en dos partes iguales a proporcionar en los años 1984 y 1585, a un tipo de interés del 0% y con una amortización sin establecer, que estaría referida al momento en que la compañía pudiese comenzar a hacer efectivos los importes de los principales de sus deudas.

El presidente de ERT, José María Escondrillas, ha mantenido intensas conversaciones a lo largo de toda la jornada de ayer con representantes de la Administración, que, tenían como objeto establecer con la mayor fiabilidad posible las posiciones conjuntas de los distintos departamentos administrativos. Ante estos planteamientos, los, acreedores bancarios tienen que rehacer sus cuentas, conforme quedó de manifiesto en la breve reunión que ayer mantuvieron los miembros del comité de seguimiento de la deuda de ERT (steering Comite).