Reagan defiende el rearme de EE UU y rechaza otra oferta de Andropov, para la congelación de los arsenales atómicos
El presidente Ronald Reagan afirmó ayer que Estados Unidos debe proseguir sus esfuerzos de rearme, a la vez que el Departamento de Estado rechazaba la renovada oferta del líder soviético Yuri Andropov para que las dos superpotencias congelen su armamento nuclear.Hablando en la ciudad de Columbia, en Carolina del Sur, el jefe del Gobierno norteamericano, que se refería al derribo por los soviéticos del surcoreano, afirmó que la manera de asegurar la libertad y la paz para nuestro mis es que los enemigos de la democracia conozcan que EE UU tiene el coraje de permanecer fuerte".
El discurso de Reagan, salpicado de duros calificativos para la Unión Soviética -de "ataque salvaje" tildó la destrucción del Boeing 747 de la KAL-, coincide con una nota oficial del Kremlin, en la que se responsabiliza a Washington de las consecuencias que pueda tener el despliegue en Europa occidental de, 16 S misiles atómicos norteamericanos, previsto para finales de, este año.La advertencia del Kremlin, difundida a través de la agencia, oficial Tass, sigue a una declaración de Yuri Andropov en el sentido de que la URSS está dispuesta a "ir mucho más lejos" en la reducción de armas nucleares.
Andropov transmitió este mensaje en una carta a 57 parlamentarios socialdemócratas de la República Federal de Alemania, que le habían pedido su contribución a la congelación del armamento atómico y la reducción del número de misiles SS-20 en Europa.
Washington dice "no"
La respuesta positiva del número uno de la URSS fue desestimada inmediatamente por el Departamento de Estado, que a través de su portavoz, John Hughes, manifestó que no había ninguna novedad en la postura del Kremlin: "Como hemos señalado anteriormente, la congelación preservaría las actuales ventajas estratégicas soviéticas y reduciría sus incentivos para llegar a las reducciones sustanciales que estamos negociando en Ginebra".
En su carta a los parlamentarios alemanes, Andropov urge a la RFA para que impida el estacionamiento en su territorio de los nuevos misiles norteamericanos y ayude a evitar una guerra nuclear, que "sería un infierno para toda la humanidad.
La carta de Andropov coincide con un creciente sentimiento de ansiedad en Bonn, que desearía ver en Washington mayor voluntad negociadora en la mesa de Ginebra. Si fracasan las negociaciones que las dos superpotencias celebran en Suiza, los euromisiles comenzarán a ser desplegados antes de que finalice 1983.
La Unión Soviética y sus aliados discutieron ayer en Moscú una campaña de propaganda conjunta destinada a impedir que EE UU estacione los cohetes Pershing 2 y de crucero en suelo europeo. Konstantin Chernenko, miembro del Politburó, se reunió con los responsables ideológicos y de Asuntos Exteriores de los, comités centrales de los "países aliados para discutir una posición conjunta durante los meses que faltan antes de la instalación de los euromisiles.
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