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RELIGIÓN

Optimismo entre los jesuitas españoles ante el nombramiento del nuevo prepósito general, el holandés Kolvenbach

El nombramiento del nuevo prepósito general de la Compañía de Jesús, el holandés Peter Hans Kolvenbach, ha sido acogido con optimismo entre distintas personalidades de esta congregación, consultadas por EL PAIS, pese a que la personalidad del nuevo general no es muy conocida dentro de la orden.

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Jose María Díez-Alegría, sacerdote y ex jesuita de 71 años, pensionista, expulsado de la orden durante el mandato de Pedro Arrupe, cree que en la marcha de la compañía durante los 18 años en que ha estado de general el superior vasco ha sido importante su influjo y el talante de apertura que aportó. Díez-Alegría destaca la comprensión y preocupación por la justicia social, concretamente en Iberoamérica, que ha presidido el generalato Arrupe.Respecto al nuevo superior, es de todos conocidos que los holandeses representan en la Compañía actitudes abiertas, señala Díez-Alegría. Kolvenbach, sin embargo, puede adolecer de una cierta carencia en el conocimiento de la problemática del mundo europeo y americano, ya que su labor se ha desarrollado siempre en el Oriente Medio. "La impresión que tengo es que es un hombre que está inédito, en blanco, en el terreno que podríamos llamar político y no viene con un significado definido".

La elección de Kolvenbach ha producido satisfacción entre los miembros catalanes de la Compañía, según informa Europa Press. El viceprovincial de la orden en Cataluña (provincia Tarraconense), Josep Sugranyes, resaltó a La Vanguardia "la dimensión internacional de Kolvenbach y su contacto con el mundo de los no creyentes y su profunda preocupación por la justicia". El historiador yjesuita Batllori dijo que esta elección "supone una autonomía de la congregación general" y que el nuevo superior jesuita es un hombre puente entre Arrupe y Juan Pablo Il.

Para José Gómez Cafarena, jesuita, teólogo y miembro del instituto Fe y Secularidad en Madrid, "los indicios derivados de su biografia y de las manifestaciones de quienes lo conocen parecen positivos. Es un hombre de fe, muy humano, que ha vivido la tragedia de la guerra en Líbano, como su antecesor Arrupe vivió el bombardeo de Hiroshima estando en Japón y también es un hombre que conoce la miseria".

Alfonso Álvarez Bolado, jesuita, profesor de la universidad de Comillas y presidente de Justicia y Paz de Madrid, cree que el nuevo superior tendra que vivir "unos tiempos mas fáciles que los que ha vivido Arrupe, en un momento de mayor cohesion interna y en el que "Los problemas no son los mismos y algunos, como el de la secularización, han quedado prácticamente superados". "El nuevo prepósito es un intelectual con una gran experiencia en en lo que significa una tierra de conflictos como es Líbano, donde a causa de la guerra su archivo personal quedó destruido en dos ocasiones".

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