El ayuntamiento quiere reducir el número de vallas publicitarias y proteger la imagen de la ciudad

Aproximadamente 8.000 de las 10.000 vallas que se exhiben en las calles del término municipal de Madrid están instaladas sin autorización ni licencia del ayuntamiento, según una estimación de la concejalía de Urbanismo e Infraestructura Básicas. La existencia de estas 8.000 vallas sin licencia supone una defraudación a la hacienda municipal de 320 millones de pesetas al año.

La corporación va a poner en marcha una serie de medidas que, de acuerdo con las previsiones, lograrán reducir a 5.000 el número de vallas en el plazo de seis meses, suprimirán las que no obtengan licencia e impedirán la ubicación de paneles publicitarios en zonas verdes, en las fachadas de edificios y en medio de las vías públicas. Jesús Espelosín, concejal encargado del área de urbanismo, cree que la explicación de que hayan proliferado las vallas instaladas de forma ilegal es, principalmente, que no se ha podido controlar con eficacia qué paneles publicitarios se atenían a las normas municipales, al no existir un sistema centralizado de datos y resultar muy difícil la identificación de las vallas colocadas sin licencia.

.Para subsanar esta irregularidad, el ayuntamiento proyecta una norma que permita únicamente la instalación de aquellas vallas que muestren, de forma bien visible, su número de licencia municipal. Esta medida, unida al hecho de que en seis meses las juntas municipales de distrito contarán con un videoterminal, conectado al ordenador del Centro Municipal de Informática (Cemi), situado en el Cuartel de Conde Duque, facilitará a la Policía Municipal un control efectivo de las vallas publicitarias.

Precio simbólico

La tasa que las empresas publicitarias deben abonar por la licencia que libra el ayuntamiento para autorizar la instalación de vallas es de 1.500 pesetas de matrícula inicial y 10.000 pesetas por cada trimestre. Las licencias tienen una duración de dos años. El importe de las tasas fue calificado por Espelosín de simbólico, porque las agencias, publicitarias obtienen fuertes ganancias por la explotación de las vallas.Las razones de que las empresas hayan vulnerado la normativa municipal en la mayor parte de los casos son, en opinión del concejal de Urbanismo, la lentitud de los trámites burocráticos imprescindibles para la obtención de la licencia, que serán más ágiles en el futuro, y el hecho de que gran parte de los emplazamientos no serían en ningún caso autorizados por el ayuntamiento, por motivos de protección de la imagen de la ciudad, aunque se trate de puntos cuya explotación publicitaria sería más rentable en términos puramente económicos.

El ayuntamiento, según Espelosin, no tiene la intención de intervenir en el mercado publicitario de vallas exteriores, por lo que no tomará ningún tipo de medida, como podría ser la constitución de una empresa municicipal dedicada a la explotación directa de los paneles publicitarios, que le permitiría obtener mayores ingresos. El ayunta miento posee en propiedad unas 300 vallas que destina a inflamación municipal.