El presidente del Consejo General del Poder Judicial espera que 1984 sea el año de la justicia

El presidente del Consejo General del Poder Judicial, Federico Carlos Sáinz de Robles manifestó, en el transcurso de la conferencia de prensa en la que se presentó la memoria del poder judicial, que espera que el año 1984 sea el año de la justicia, y añadió que sin haber una política judicial, hay por lo menos un indicio de voluntad política de cooperar a los medios de la justicia.

Federico Sáinz de Robles señaló que conocía un borrador de un anteproyecto presupuestario del Ministerio de Justicia, cuyas cifras, en algunos capítulos, son "francamente esperanzadores". "Aunque algunas peticiones no han sido atendidas, las cifras globales que en el borrador citado aparecen, si son satisfactorias".La memoria presentada plantea como novedades respecto a las de los dos años anteriores, los datos completos de la administración de Justicia, el esbozo del plan de perfeccionamiento y financiación de la justicia y el instrumento de la inspección. "La inspección no es sólo un órgano disciplinario", agregó, "sino de conocimiento, para que los medios de la justicia sean los adecuados. La inspección va a comprobar como funciona la justicia, va a apoyar a aquellos órganos que carecen de lo indispensable y va a corregir a los que no cumplan los deberes que les impongan las leyes".

El presidente del Consejo General del Poder Judicial afirmó que hay que administrar mejor los recursos y que el gran problema de la justicia es que ésta no ha sido conocida. "Esta memoria, que exhibe un 90% de ese conocimiento, es la que puede apoyar una auténtica política judicial, que naturalmente tendrá que ser completada cuando haya una Ley Orgánica del Poder Judicial".

Sobre los logros más importantes del Consejo desde su constitución, su presidente destacó la transparencia en las actuaciones de la justicia, y el conocimiento de lo que hace cada órgano judicial.

Justicia eficaz

Sáinz de Robles anunció que hay un plan de elaboración inmediata para conseguir una justicia eficaz. Se trata de propiciar desde dentro del Consejo una organización más adecuada, mediante la creación de unas gerencias judiciales a nivel de territorios; un mayor aprovechamiento de la organización y medios que se tienen, mediante unas normas de racionalización del trabajo en las oficinas, cumplimiento escrupuloso de horario y normalización de las actuaciones; y aprovechamiento del ordenamiento procesal que tenemos. Para ello hay que aprovechar los postulados procesales de la propia Constitución, ya que, en su disposición transitoria tercera permite al juez entender derogado todo aquello que se oponga a la misma.El Presidente del Consejo anunció que el próximo 1 de enero entrará en funcionamiento, en el Tribunal Supremo, un centro único de información y registro que utilizará medios informáticos, lo que ahorrará bastantes millones de pesetas, y por el que se podrá comprobar al minuto el estado de cada uno de los asuntos del alto Tribunal.

La memoria contiene apartados dedicados al estado y actividad de la Administración de Justicia, el plan de perfeccionamiento y financiación, la política presupuestaria para 1983, las relaciones del Consejo General con los restantes poderes del estado y las comunidades autónomas.

Entre las actuaciones judiciales de relevante repercusión social durante 1982 cabe señalar:

-Terrorismo:52 causas por asesinato, 105 por daños y estragos, 20 por detención ilegal, 44 por tenencia ilícita de armas y explosivos, 217 por colaboración, 15 por lesiones, 55 por robos, 35 por atentados, etcétera.

-Síndrome tóxico: A final de año, el sumario tenía más de 60.000 folios, con 19 piezas separadas. Hay 21 procesados, 55 querellas y 76 abogados personados en el procedimiento, además del fiscal. Existe una ficha por cada uno de los 19.000 afectados.

-procesos matrimoniales: la litigiosidad divorcial ha disminuido todavía más sobre el índice de 1981, que ya era bajo. Los que más se siguen divorciando son los mayores de 40 años, seguidos de los mayores de 30 años. Predominan las clases modestas.