Los creditos especiales de la Administración central son razonables, según Manuel Fraga
"El paquete de ayudas instrumentadas por el Gobierno para atender los desastres producidos por las crecidas de los ríos vascos me parece razonable" manifestó Ayer Manuel Fraga Iribarne, presidente de Alianza Popular, durante el transcurso de la visita que efectuó a las zonas afectadas por las riadas en Euskadi, y cuyo principal objetivo, según manifestó el líder aliancista lo constituyó el deseo de "mostrar mi solidaridad y la de mi partido con los hombres de este pueblo, en estos momentos de dolor". A la vez que manifestaba su deseo de evitar las polémicas en los momentos actuales, Manuel Fraga aseguró que este es un momento excepcional para que todos, empezando por su propio partido, realicen un severo examen de conciencia y rectifiquen los errores anteriores.Gran parte de los resultados que se consigan con las líneas de ayuda establecidas dependerán, en opinión del presidente de AP, de la rapidez con que se instrumenten y de la eficacia de los gestores que sean designados. "Estamos en una situación de empobrecimiento general del país, al que ha venido a sumarse los efectos desastrosos de las recientes riadas en Vizcaya. Pero no se pueden separar estos efectos de los condicionantes, en unos casos atribuibles a la propia ineficacia gestora de la actual Administración, y en otros derivados del entorno internacional que nos afecta de forma muy directa, que, en definitiva, nos llevan a los españoles a ser un poco más pobres cada día", concluyó Fraga.
El presidente de Alianza Popular mantuvo una reunión a primeras horas de la mañana de ayer, sábado, con representantes de los medios empresariales vascos, entre los que se encontraban los presidentes de la Confederación de Empresarios Vascos (CONFEBASK), José María Vizcaíno, de la Confederación General de Empresarios de Vizcaya (CGEV), Luis Olarra, y el director general de Altos Hornos de Vizcaya, Fernando Capelastegui. En el curso de este encuentro se pusieron de manifiesto algunos de los aspectos positivos que, dentro del desastre que han representado las riadas, son posibles de extrapolar. En este sentido, los reunidos comentaron las posibilidades de proceder a una reordenación de sectores industriales con futuro a la vez que se apuntó la aceleración de algunos procesos de reconversión como consecuencia del estado en que han quedado algunas instalaciones condenadas a desaparecer.
Para Luis Olarra, las ayudas de la Administración central también merecieron el calificativo de razonables, aunque manifestó su preocupación por las posibilidades de recuperación efectiva que permitirá el entorno económico, evidentemente hostil, según su opinión, para el desarrollo de nuevas experiencias empresariales como las que van a representar las remodelaciones a que dé lugar la reconstrucción de algunas empresas.
El fantasma de la 'proletarización'
Un punto que centró la atención de las representaciones empresarial y aliancista fue la proletarización de industrias a la que puede dar lugar el abandonismo empresarial. La escasa voluntad de reabrir las puertas que se detecta entre algunos pequeños y medianos empresarios puede acabar determinando un fenómeno de proliferación de sociedades anónimas laborales y cooperativas, que, en opinión de algunos de los reunidos, no constituye ninguna solución perdurable, por cuanto las empresas sometidas a este tipo de gestión acaban constituyéndose en demandantes perpetuos de financiación y ayudas privilegiadas.Por esta razón se planteó la posibilidad de establecer acciones conjuntas encaminadas a generar las condiciones objetivas para que sean los anteriores empresarios quienes asuman los procesos de reapertura de sus propias industrias afectadas por los efectos devastadores de las aguas.
Algunos de los reunidos criticaron la actitud manifestada en los días inmediatamente posteriores a la crecida de los ríos por los miembros de alguna organización sindical. Esta observación fue matizada por otros participantes en el encuentro, quienes señalaron que posiblemente se tratase, de casos aislados y que se dieron en empresas concretas en las que el juego de fuerzas sindicales había resultado históricamente conflictiva. En general se aportó la convicción de que el comportamiento de los trabajadores y de los distintos miembros de los organismos públicos, tanto autonómicos como a nivel del Estado, había resultado digna de elogio.
En el capítulo de proyectos futuros, los representantes de AP y su líder, Manuel Fraga, recibieron información de los empresarios sobre la conveniencia, de proceder a la realización de obras de drenaje y canalización del río Nervión en su cuenca superior, al paso por las principales localidádes afectadas, para evitar que se reproduzcan situaciones como las vividas hace poco mas de una semana. Este proyecto se integraría dentro de un plan más amplio cuyo objetivo lizar obras de infraestructura en la provincia de Vizcaya, que permitiesen mejorar las condiciones objetivas de amplias zonas industriales.
Uno de los puntos especialmente resaltados por los representantes de las organizaciones empresariales lo constituyó la demanda de que el Consorcio de Seguros adopte una postura flexible en relación a los pagos de las cantidades aseguradas para las industrias y comercios. En este sentido se recalcó, por parte de los reunidos, la necesidad de que los comerciantes del Casco Viejo bilbaíno sean objeto de un tratamiento especial en este sentido. Sin que las pérdidas resulten excesivamente relevantes en comparación con los daños producidos por las aguas en la industria, los comerciantes de esta castiza zona bilbaína estiman su importe en unos 10.000 millones de pesetas, y a pesar de que sus repercusiones sociales se limitan a unos 5.000 trabajadores, se considera que la recuperación del dinamismo comercial de la zona, y posiblemente la conveniencia de evitar que pueda convertirse en un feudo del abertzalismo de corte radical, dotan a esta zona de unas características especiales.
Seguros insuficientes en el Casco Viejo
Los empresarios pusieron de manifiesto que por la escasa preparación en unos casos, y por la falta de recursos en otros, la cobertura objetiva de los seguros en la zona resulta bastante insuficiente. Por esta razón, si se aplican criterios estrictos, numerosos comercios no podrían volver a abrir sus puertas. El cambio de la calificación de daños causados por el desbordamiento del tío Nervión al de daños como consecuencia de lluvias torrenciales permitiría que los volúmenes de cobertura ascendieran notablemente. En muchos casos, cuando las tradicionales lonjas estaban aseguradas no satisfacían la franquicia de proximidad a cuenca fluvial, con lo que las prestaciones de la compañía aseguradora, si se determina que los daños fueron consecuencia del desbordamiento del Nervión, serían relativamente reducidas, mientras que el concepto de lluvias torrenciales tiene la valoración de fenómeno extraordinario, y por tanto la cobertura sería mayor.En cuanto a la forma de canalizar los créditos extraordinarios, diversas fuentas aseguran que la Administración central tiene bastante avanzado el proyecto por el cual serán las entidades de depósito ordinarias, bancos y cajas de ahorro, quienes se encarguen de la instrumentalización en su último tramo de las ayudas extraordinarias. Una de las preocupaciones que mayor fuerza cobraron en los últimos días en medios empresariales vascos fue la escasa presencia física, a través de sucursales o delegaciones, de los organismos encargados de canalizar, en un primer tramo, las ayudas presupuestarias acordadas.
Por su parte, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) ha cursado una solicitud a sus afiliados y simpatizantes para que destinen dos días de sus salarios para contribuir a paliar las situaciones de necesidad concretas generadas en las zonas afectadas por las recientes inundaciones. En un comunicado firmado por el PNV se insta al Gobierno autónomo a que encabece la reconstrucción de Euskadi, en colaboración de todas las instituciones y asociaciones.
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