Más allá de la venta del cupón

Las ocupaciones más tradicionales de los ciegos adultos son, al margen de la venta del cupón, la de telefonistas y fisioterapeutas y, en menor proporción, las profesiones liberales. El cupón prociegos, pese a permitir casi el pleno empleo, es probablemente una de las causas que han originado la menor inserción laboral de los ciegos españoles en el mercado de trabajo ordinario, en comparación con los invidentes de otros países de nuestra área geográfica. La venta de unos 125 cupones diarios permite al invidente obtener una cantidad semejante a la del salario mínimo interprofesional.La educación y formación profesional de los invidentes afiliados a la ONCE dependen de la organización. Existen seis centros de la entidad que atienden a más de 800 deficientes visuales en edad escolar. A la vez, se intenta integrar a los niños invidentes en unidades escolares de videntes. Los primeros pasos ya se han dado con la firma de un acuerdo con el Ministerio de Educación y Ciencia y la formación de profesores itinerantes que sirven de apoyo a los padres y profesores de estos niños.

En el centro de rehabilitación de adultos de Sabadell se enseñan técnicas de bastón, rehabilitación de la vida cotidiana (cocinar, labores del hogar, cómo desenvolverse en casa), el sistema Braille (tres puntos verticales y tres horizontales relacionados de distintas formas) y mecanografía, por ser éste el medio del que dispone el invidente para relacionarse de forma escrita con los videntes.

En la actual reestructuración de la organización se pretende que este centro se dedique exclusivamente a la educación y rehabilitación de los adultos que han perdido la visión de forma inesperada 3, traumática.

Para José Pedro González, estas personas suelen pasar por un período de depresión en el que caen en el abandono o en la superprotección de la familia. Por ello se considera más efectivo el que estén durante una temporada entre ciegos, aprendiendo a manejarse y a valerse por sí mismos.

Dos de las profesiones desarrolladas por los invidentes que cuentan con una mayor aceptación por parte de la sociedad en general y del mercado laboral en particular son las de telefonistas y fisioterapeutas. Los telefonistas ciegos se forman en las escuelas que la organización tiene en Madrid y Barcelona. La mayoría de ellos tienen trabajo en la propia organización en algunos casos, en la Administración del Estado, y en empresas privadas en otros. Los arreglos técnicos que son necesarios para que una centralita de teléfono pueda ser manejada por los invidentes corren a cargo de la ONCE. Los fisioterapeutas también suelen formarse en la escuela de la organización, actualmente cerrada en espera de la nueva reglamentación que regule esta profesión. Otras actividades académicas menos conocidas y en vías de experimentación son las escuelas de reparación y afinamiento de pianos, y la de programadores de ordenadores.