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El largo camino del canal de televisión de Cataluña / y 2

TVE intenta controlar a distancia la ruptura del monopolio televisivo

Enric Company

La sentencia sobre la LOAPA ha introducido una considerable incertidumbre sobre el proyecto de ley de regulación de los terceros canales de televisión, en trámite parlamentario de presentación de, enmiendas. El proyecto se inspira en criterios políticos generales análogos a los que el Tribunal Constitucional le ha vedado al Gobierno central: es decir, la fijación de, cómo, en qué y hasta dónde deben utilizar las comunidades autónomas sus facultades estatutarias.Los responsables catalanes de la televisión autonómica parten de una base distinta. Para ellos, el canal catalán es consecuencia directa del Estatuto, de Autonomía, que determina. que el Estado efectuará la concesión a la Generalitat de un tercer canal. Lo que se deba hacer con él es competencia de la Generalitat y no del Gobierno central, o del ente público RTVE, según la interpretación de la propia Generalitat, que en esta cuestión tiene los mismos puntos de vista que los demás partidos catalanes.

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En junio del año actual el Parlamento catalán presentó a las Cortes Generales, para que éstas la adoptaran, una proposición de ley, aprobada por unanimidad en la Cámara catalana, en la que se efectúa la concesión del tercer canal a la Generalitat, según la previsión estatutaria. En contra de lo que desde Cataluña se esperaba, el Gobierno presentó al mismo tiempo un proyecto de ley de tercer canal de televisión para todas las Comunidades Autónomas que lo soliciten. El proyecto socialista pretende subsumir en su contenido la, proposición de ley presentada por el Parlamento catalán, pero va más allá de la mera concesión de un canal, porque regula lo que con él deben hacer las Comunidades Autónomas, a las que adjudica el papel de meras gestoras.

,El proyecto de ley gubernamental reserva a TVE - numerosas facultades, cuya utilización por parte de los canales autonómicos implicaría una amplia posibilidad de competir con los canales estatales.

El monopolio de RTVE

Así, regula el acceso del tercer canal a los circuitos informativos internacionales, tanto para recibir información como para enviarla; niega que los terceros canales puedan tener exclusivas sobre lo que califica como asuntos de interés nacional, que reserva para los dos canales de TVE; obliga a la coordinación de todos los terceros canales entre sí y con TVE para la adquisición de series en el mercado internacional; reserva para TVE la prioridad en la retransmisión en directo de las competiciones o acontecimientos deportivos de ámbito internacional, entre otras cosas.La reserva dé iniciativas y facultades en beneficio del Ente Público RTVE es una de las características del proyecto del Gobierno, de forma que con él se intenta garantizar su Clara primacía en el mercado de la televisión. Este mercado era inexistente hasta el momento de la creación de emisoras de televisión que, aun cuando han de utilizar una concesión estatal; están bajo control distinto del de RTVE, que depende en última instancia del Parlamento español, mientras las sociedades que: han de explotar los terceros canales dependen de los Parlamentos autónomicos.

Esta reserva de prioridades y facultades a favor de RTVE, en prejuicio de las televisiones autonómicas, tiene también su correlato en los aspectos estrictamente técnicos, de las nuevas emisoras: el control técnico de la red de emisores y repetidores, la reserva exclusiva para RIVE de la utilización futura de los sistemas de televisión por cable por satélite, y la obligación de que las, normas de grabación, transmisión y nivel de calidad sean también para los terceros canales las determinadas para todo el Estado por los organismos de la Administración central.

Contra el criterio general expresado por este proyecto de ley, en Cataluña se ha seguido la política de actuar según o que se estima, derecho emanado directamente del Estatuto de Autónoma, esto es, la creación de una televisión nacional catalana que depende de la Administración, central sólo en la realización por parte de ésta de la concesión. Es decir, según un criterio que convertirá en iguales al ente público RTVE y a la Corporació Catalana de Ràdio i Televisió, que es el órgano creado por el Parlamento catalán para gestionar el tercer canal, TV3.

La posición catalana

Los socialistas catalanes se han encontrado en el seno de la citada Corporació ante la necesidad de defender los puntos de vista que informan el Proyecto de ley del Gobierno central, por un lado, y por el otro ante la presión de la política de hechos consumados que en el tramo hasta ahora recorrido ha practicado la Generalitat. Los restantes partidos catalanes mantienen posiciones en todos los casos de defensa de la máxima autonomía para la futura televisión catalana. Esto es lo que ha dado pie a que se diga que lo que se está llevando a cabo bajo la dirección de Alfons Quintá es un cuarto canal de televisión, a semejanza de la experiencia vasca.El Parlamento catalán ha arbitrado créditos para la creación de una red propia de emisores y reemisores, TV3 ha solicitado el ingreso en la Unión Europea de Radiodifusión, la organización profesional que emite Eurovision, y los responsables de la futura emisora catalana de televisión han negado repetidamente que vayan a aceptar las sujeciones y controles que se proyecta legislar a beneficio de RTVE. Incluso, para los propios socialistas catalanes, existe en el citado proyecto de ley. del tercer canal una confusión políticamente difícil de justificar, entre lo que cabe atribuir como interés del Gobierno, el beneficio de RTVE, y la voluntad del partido socialista.

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