Alfonso Guerra y dos ministros visitan las zonas afectadas en Cantabria
El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, al que acompañaban los ministros de Administración Territorial, Tomás de la Quadra, y de Obras Públicas, Julián Campo, así como las autoridades regionales, recorrió ayer, durante más de siete horas, las zonas afectadas por las inundaciones del pasado fin de semana en Cantabria. En el aeropuerto de Santander, poco antes de partir en helicóptero hacia las comarcas devastadas, Guerra manifestó sentirse "apesadumbrado y triste" ante una situación que, dijo, "se repite y en la que mientras media España llora por la sequía, la otra media llora por las lluvias torrenciales".La llegada del vicepresidente del Gobierno, que adelantó 24 horas su anunciada presencia en Cantabria al objeto de imponer la Cruz de Alfonso X el Sabio al escritor y poeta argentino Jorge Luis Borges, venía a disipar ciertos recelos existentes entre las autoridades de la región que, al parecer, se sentían infravaloradas en relación con el País Vasco. "Mi presencia aquí, junto a la de dos ministros, muestra el esfuerzo del Gobierno por disipar malos entendidos que carecen de fundamento, así como la disposición del Ejecutivo a realizar todas las acciones necesarias para resolver las calamidades".
En el orden de pérdidas humanas, la delegación del Gobierno, la cual ha centralizado, desde el primer momento, todas las acciones de protección civil, rectificaba en la mañana de ayer la información ofrecida a últimas horas de la tarde del domingo pasado, en torno al hallazgo de un tercer cadáver en la localidad de Renedo de Piélagos, una de las que han sufrido de forma más dura las inundaciones. Según pudo saber EL PAIS, Dionisio Gómez Solórzano, de 25 años, consta aún oficialmente como desaparecido, en tanto que su padre, quien de acuerdo con fuentes oficiosas habría fallecido, se encuentra sano y salvo, después de permanecer durante más de una hora, en medio de un torrente, asido a un poste eléctrico. El balance de muertes queda, por tanto, reducido a las cuatro personas cuyos cadáveres han sido identificados: Dionisio Gómez Solórzano, José Luis Fernández Carriles, Gumersindo Lujúa Quevedo y Joaquín Diego Trueba.
Entre tanto, continúan las especulaciones en torno a las pérdidas económicas ocasionadas por las inundaciones y que, de acuerdo con la estimación provisional del Gobierno cántabro, que ayer mantuvo una larga reunión con carácter de urgencia, ascenderían a más de 10.000 millones de pesetas. Esta cifra, elaborada en base a estimaciones y datos fragmentarios provenientes de empresas afectadas y ayuntamientos, es considerada, en algunos medios, como notablemente exagerada, señalando la posibilidad de que tras ella se esconda la intención del ejecutivo cántabro de conseguir una elevación de los presupuestos generales de la Comunidad Autónoma, cuyo gasto total, de acuerdo con el anteproyecto presentado la pasada semana ante la asamblea regional, es de 10.715 millones de pesetas, lo que se conseguiría mediante subvenciones, apoyos y nuevas valoraciones de los costes de transferencias.
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