El Gobierno mexicano pagará unos 100.000 millones de pesetas por la expropiación de la banca

A casi 100.000 millones de pesetas se eleva la indemnización que pagará el Gobierno mexicano por la expropiación de la banca privada. Los accionistas recibirán a partir de hoy una cantidad equivalente en bonos del Estado, amortizables en 10 años, con un período de gracia de tres, y al mismo interés de los depósitos a plazo fijo, que en el momento actual está por encima del 57%. La evaluación ha sido acogida con cierta indiferencia general, aunque ha parecido insuficiente a los antiguos banqueros y exagerada a la izquierda marxista con representación en el Parlamento.Hasta ahora, el Gobierno sólo ha dado a conocer la indemnización que corresponde a los 11 bancos más importantes del país, aunque ha señalado también que en conjunto representan el 73% de lo expropiado, asignándoles un valor global de unos 72.000 millones de pesetas. Faltan por evaluar aún más de 50 bancos, en su mayoría pequeños, que elevarán el monto total hasta 100.000 millones.

Como cabía esperar, Bankomer ocupar el primer lugar del ranking con cerca de 31.000 millones de pesetas. Le sigue Banamek, con 28.000 millones y la banca Serfin con cerca de 11.000 millones la cantidad a pagar por cada acción resulta de dividir su valor global por el número de acciones. De esta forma, la acción más valiosa es la del Banco Comercial Capitalizador, que se pagará a razón de 2.730 pesetas.

La Secretaría de Hacienda ha hecho saber al mismo tiempo su propósito de devolver a la iniciativa privada cientos de empresas que pasaron a sus manos como un rebote de la nacionalización bancaria. Este tema fue objeto de amplio debate en las postrimerías del mandato de López Portillo y aún en las primeras semanas de ejercicio presidencial de De la Madrid.

Por aquel entonces, Fidel Velázquez, líder perpetuo de los trabajadores mexicanos, que ejerce sus funciones con mano de hierro a los 83 años, arremetió, contra la iniciativa privada, acusándola de ser la gran culpable de la crisis nacional y reclamó para los sindicatos del PRI (Partido Revolucionario Institucional) un trozo del pastel. Ahora ha acogido con elogios el propósito del Gobierno.

Los comunistas han sido los únicos que han abordado el tema en términos críticos. A su juicio, la Administración de Miguel de la Madrid está tratando con estas medidas de recuperar la confianza del capital privado. El monto de la indemnización no debería ser superior a los 50.000 millones de pesetas y en ningún caso deberían pagarse los intereses prometidos, ya que éstos se han elevado extraordinariamente por efecto de la crisis financiera, de la que culpan a los ex banqueros.