El Frente Polisario insiste en negociar con Marruecos antes del referéndum

El Frente Polisario ha respondido, indirectamente, a los rumores de acuerdo libio-marroquí a expensas del movimiento saharaui, a través de una declaración en la que se estima en condiciones de asegurar que la unidad magrebí "no puede realizarse sobre el cadáver de la República Saharaui". Los independentistas han reaccionado a las declaraciones hechas por el rey Hassan Il sobre el referéndum en el Sáhara occidental, reclamando previas negociaciones directas con Rabat para llegar a un cese de las hostilidades.

El silencio argelino es, posiblemente, tan elocuente como los comunicados del Polisario, con la diferencia de que se presta a todos los interrogantés. Según los medios argelinos, la discreción de este país no obedecería a un perfil bajo de su política exterior sino al simple hecho de que la preparación del próximo congreso del Frente de Liberación Nacional (FLN), que debe tener lugar a fines de este año, reclama todas las energías del aparato político.Esta explicación vale tanto como otra, aunque, a decir verdad, en el tema del Sáhara occidental ni siquiera el propio rey de Marruecos se ha atrevido a afirmar que los argelinos han cambiado de política, limitándose a señalar que, según él, existirían todavía ciertas reticencias, en lo que concierne a la integridad territorial del reino, por parte del presidente Chadli. Argelia no ha reaccionado todavía al discurso pronunciado por Hassan II el pasado sábado.

El Polisario se refiere, por su parte, a la necesidad de tratar con realismo y valor el tema, conforme a las resoluciones de la última cumbre de jefes de Estado africanos, en las que figura la reanudación de contactos directos entre marroquíes y saharauis. Hasta el momento, estos contactos no se han formalizado todavía o, por lo menos, no se tiene constancia alguna de ello en la capital argelina.

Según la opinión más generalizada en Argel, a menos de una iniciativa marroquí, el clima de las relaciones argelino-marroquíes se irá degradando poco a poco, a causa de la falta de respuesta del rey Hassan II a la dinámica iniciada en la entrevista efectuada entre este último y Chadli en febrero pasado. Otro síntoma de degradación del contexto en que evoluciona la crisis del Sáhara es el incremento de las operaciones militares de los saharauis al límite de la frontera entre el reino alauita y la ex colonia española. Por primera vez, el Polisario ha vuelto a atacar, el pasado jueves, la zona de los contrafuertes del Uarkiz donde, en mayo de 1980, los saharauis habían logrado desorganizar dos columnas blindadas del Ejército marroquí, Zallaga y Uhuh, al mando del fallecido general Ahmed Dlimi.

La solución del conflicto del Sáhara occidental en base a un plan elaborado por los países magrebíes parece difícil de llegar a materializarse, habida cuenta de que no es previsible que, si una cumbre magrebí, que está por concretarse, tratara ese tema, sin la presencia del Polisario, recibiría el apoyo de los argelinos, quienes, invariablemente, aseguran que no hablarán en nombre de los saharauis.