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La burocracia obstaculiza el Museo Picasso de Buitrago

Los bajos del nuevo Ayuntamiento de Buitrago de Lozoya, acondicionados expresamente para albergar este museo y dotados ya de sistemas de seguridad y luces y vitrinas especiales, esperan desde hace meses la colección de obras de Picasso y objetos personales del pintor malagueño que Eugenio Arias, que fuera peluquero y amigo del artista, ha donado a su pueblo natal. Sin embargo, la llegada de la colección se está retrasando.

"Nosotros lo tenemos todo dispuesto", explica Ángel González, alcalde provisional de Buitrago, "pero parece que, o bien las autoridades francesas no dan permiso para que las piezas salgan de Francia, o la Diputación de Madrid, ahora sustituida en sus funciones por la Comunidad Autónoma, no agiliza los trámites para que vengan. El motivo exacto no lo sabernos". González recuerda que el municipio de Buitrago ha participado en la creación del museo con la aportación del local, mientras que su acondicionamiento ha corrido a cargo de la Diputación.

"Francia no pone pegas"

Por su parte, Eugenio Arias, peluquero particular del pintor durante cerca de 25 años, mostró su indignación por lo que calificó de falta de interés demostrada por las autoridades españolas en el tema del traslado de su colección particular, en el transcurso de una conversación telefónica desde su residencia familiar, en la localidad francesa de Vallauris, próxima a Cannes, en la Costa Azul. "Que nadie diga que las autoridades francesas han puesto pegas al traslado, porque no es así", afirmó Arias."De verdad que yo no sé qué es lo que pasa", prosiguió Arias. "Alarmado por el retraso de la inauguración del museo, me puse en contacto con el ministro de Cultura francés, Jack Lang, y él en persona me contestó en una carta que no había ningún problema, y que está a la espera de que la Diputación Provincial de Madrid le envíe el acta del contrato aprobado en el pleno del 25 de octubre del año pasado, por el que cedo a este organismo mi colección privada. Tengo noticias de que incluso ya está contratada la agencia de transporte".

"Me gustaría saber de qué hablaron los ministros de cultura francés y español en la reciente reunión que mantuvieron en La Granja", dijo el peluquero de Picasso. "Desde luego, Lang me dijo, cuando se lo pregunté, que a él no le habían planteado ese tema. A mí lo que me molesta es que en España, en términos culturales, sigue sin hacerse absolutamente nada".

Eugenio Arias ha llegado a ponerse en contacto con el embajador español en París, Joan Raventós, a quien puso en antecedentes de la situación y de la falta de soluciones concretas ofrecidas por los responsables españoles. La lentitud de la burocracia de la Diputación Provincial ha afectado también a los intereses privados legítimos de Arias, ya que dicho organismo se comprometía, a cambio de la donación de las obras, a pasar al donante una pensión vitalicia por valor de 176.000 pesetas mensuales, pensión que pasaría a ser percibida por su esposa, Simone Louise Francoual, en caso de que le sobreviviera. Diez meses después de la firma del contrato, no ha recibido ni una sola peseta. El peluquero de Picasso ha escrito una extensa carta a Joaquín Leguina, presidente de la Comunidad de Madrid.

Fuentes del Gobierno de la Comunidad madrileña han declarado que la desaparecida Diputación ya efectuó en su día todos los trámites burocráticos precisos para que ese legado llegara a Buitrago, y restaron importancia al retraso en la apertura del Museo Picasso. Las mismas fuentes aseguran que la rapidez con la que se han efectuado las obras de acondi cionamiento de los bajos del Ayuntamiento de Buitrago testimonia el interés y la buena voluntad de la corporación provincial para que esta empresa cultural llegue a buen puerto.

Autor de la peluca de Carrillo

Eugenio Arias, nacido hace 73 años en Buitrago, militante comunista exiliado en Francia desde el término de la guerra civil, conoció a Picasso en la Costa Azul en 1947 y trenzó con el artista una fuerte relación, en la que fue tanto su peluquero como su amigo. El pintor malagueño regaló a Arias libros, carteles, cerámicas, dibujos y otros objetos, que éste guardó celosamente, con la intención de donárselos algún día a Buitrago. "Picasso", dice Arias, "sabía cuál era mi intención y me animaba. Decía que las obras de los artistas no son sólo para las grandes ciudades".La biografía de este hijo de Buitrago está llena de anécdotas singulares. Amigo de Santiago Carrillo durante los años de exilio en Francia, Arias fue el autor de la célebre peluca con la que el líder comunista entró clandestinamente en España en los primeros momentos del posfranquismo. Después de rechazar numerosas ofertas de particulares, interesados en compirar su colección, compuesta de 48 piezas y valorada, a la baja, en más de 40 millones de pesetas, Arias entró en contacto el pasado año con la Diputación de Madrid para proponer que se creara en Buitrago un museo Picasso, al que él cedería toda su colección.

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