Una medida negativa
El nuevo apretón monetario patrocinado por las autoridades económicas en estos primeros días de agosto tendrá consecuencias importantes a corto y medio plazo. Primero, para las cuentas de resultados de las instituciones financieras. Segundo, para la situación general de liquidez de la economía, es decir, de las empresas y de los particulares.Al retirar de golpe y porrazo 150.000 millones de pesetas del mercado, las autoridades monetarias han propinado un duro golpe a las ya de por sí menguadas posibilidades de obtener financiación.
Es una medida que podrá tener consecuencias negativas sobre la actividad económica y el empleo, aunque, como siempre, tiene sus aspectos positivos, que son -se supone- los que han guiado esta decisión de las autoridades económicas: reforzar la lucha contra la inflación, defender el tipo de cambio de la peseta y la situación de la balanza de pagos y darle al sector público un margen más desahogado para que pueda financiar mejor su actividad.
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