'The financial Times' reaparece, tras una huelga de diez semanas por motivos salariales

El diario económico The Financial Times reapareció ayer, martes, después de una huelga por motivos salariales que paralizó su publicación durante diez semanas y que concluyó con una semivictoria del sindicato del libro sobre la dirección del diario. El edificio del Financial Times, a un tiro de piedra de la catedral de San Pablo, es de ladrillos grises, simbólicamente situado a medio camino entre la City y Fleet Street la calle de la Prensa. En los pasillos, un cartel informa al personal del coste exacto de la huelga: 9.000.891 libras, más de 2.000 millones de pesetas. En su desgracia, el diario tiene al menos un motivo de satisfación: sus lectores no le han abandonado en provecho de otros periódicos.El hecho de que el Financial Times sea, aparentemente, el único periódico que abre nuevas oficinas en el extranjero demuestra la sólida situación financiera del diario de la City. Forma parte, junto con el Neue Zürcher Zeitung, de esos raros periódicos de calidad que, a pesar de una tirada relativamente modesta (215.000 ejemplares del Financial Times), gozan de una gran autoridad internacional, y gracias a ingresos publicitarios abundantes, gozan de mejor situación que otros periódicos de mayor difusión.

Así, el Financial Times puede permitirse el emplear a tiempo completo a 230 periodistas en Londres y a 27 corresponsales en el extranjero (tres en París), a los que se añaden 85 colaboradores trabajando - ocasionalmente para él. Destinado antaño casi exclusivamente a los inversores de la City, el Financial Times se dirige desde los años cincuenta a un público más amplio, que va desde los industriales de provincias hasta los. bancos extranjeros, pasando por los agentes extranjeros, los altos funcionarios y los políticos, fundamentalmente. "Queremos proporcionar un amplio servicio de informaciones a las personas llamadas a tomar decisiones importantes a través del mundo", resume Owen.

El Financial Times lanzó en 1979 una edición internacional impresa en Francfot, ciudad que tiene la ventaja de estar menos sujeta que Londres a la niebla y a las restricciones de los vuelos nocturnos. Esta edición internacional (44.000 ejemplares), distribuida en Europa ontinental, América del Norte, Oriente y Asia, es actualmente el punto fuerte del periódico en cuanto al aumento de las ventas.

La independencia del Financial, Times quizá nunca fue tan evidente (y valiente) como durante la guerra de las Malvinas. Insensible a la ola de patriotismo exacerbado que recorría entonces al país, abogó sin descanso a favor de la moderación y de la negociación. Cuando la prensa favorable a la guerra y el Gobierno atacaron la "falta de patriotismo" de la BBC, el periódico de los medios financieros defendió a la cadena de televisión. Sin embargo, a pesar de una página cultural excelente, de una crítica de televisión destacable y de una edición del sábado que trata de moda y de viajes, y pese a los esfuerzos de la redacción por humanizar las páginas económicas hablando más de la gente, el Financial Times sigue siendo el farolillo rojo del pelotón de los periódicos de calidad británicos en la carrera por el aumento de las tiradas. Los sucesos, los juegos de palabras o los editoriales humorísticos no son para él. El Financial Times sigue siendo el Financial Times.