_
_
_
_
Crítica:El cine en la pequeña pantalla
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La familia, según Pedro Masó

Como productor y guionista tuvo Pedro Masó un enorme éxito de taquilla cuando promovió, en 1963, La gran familia. Tanto fue así que dos años más tarde ideó una segunda parte, La familia y uno más, aunque para ello tuviera que forzar la trayectoria de sus personajes, eliminando a la madre y recuperando al resto de los actores según sus posibilidades profesionales. El esquema, sin embargo, era idéntico.Se trataba de fomentar la existencia de familias numerosas y de publicitar las ventajas del franquismo. La gran familia mostraba un cuadro ideal: el padre cobraba más sueldo del que pensaba, los hijos -hasta 16, niños y adolescentes-, eran tan serios que no entraban jamás en política, yel abuelo era un sol que alegraba el hogar: una distorsión, pues, de la realidad, que podía irritar más en la época de su realización que al cabo de los años.

Resulta que el cine que Masó escribió en las décadas de los cincuenta y sesenta contiene hoy una peculiar lectura, como tam.bién la ofrecía el ciclo televisivo de Paco Martínez Soria, donde era fácil descubrir la evolución del pensamiento de la derecha en torno a la vida familiar, el sexo y, a su manera, la política, en el espacío de 10 años.

Reflejo de los cambios

Pedro Masó, inevitablemente, fue reflejando asimismo ciertos cambios de la sociedad española, que se iniciaba entonces en el consumismo e intuía ya la posibilidad de que algún día nos pareciéramos a Europa. Aunque se ocultaba, entre otros datos, por ejemplo, que la Universidad daba continuas muestras de que en su seno se forjaban ilusiones renovadoras, un cierto cambio se trasladó, a pesar de ello, a los hogares respetables. Tangencíalmente, algo de aquel país está registrado en el cine español de consumo del momento, y, con cierta amabilidad por nuestra parte, pueden identificarse sus claves.

La familia bien, gracias... data de 1979, una época demasiado distante de la del origen de la saga como para repetir sus esquemas, y demasiado cercana a nuestro presente como para aplicarle la generosidad que las demás pueden suscitarnos al reducir su agresión por el simple paso del tiempo. Descompuesta la familia original, casados los hijos y muertos los viejos, el patriarca (Alberto Closas) asume el papel habitualmente encargado a Martínez Soria y trata de recomponer su tan maltrecha fámilia tratando de encontrar alojamiento en ella. "Se trata", decía la revista Contracampo, "de lanzar dardos y venablos contra la descomposición actual de la estructura familiar (suponemos que a causa de la democracia) y de glorificar lo de toda la vida,".

Intrépido cineasta

Pedro Masó es un cincasta de mayor torpeza narrativa que la de los directores que contrató. El trabajo de Fernando Palacios en las dos primeras partes de la serie era tosco pero eficaz. Más que buen realizador, Masó es un intrépido organizador de películas, con una curiosa capacidad para detectar ambientes y situaciones. En su honor hay que decir, sin embargo, que la interrupción de su trabajo organizativo al elegir la labor de dirección ha permitido la aparición de cineastas de menor empeño en la fabricación de películas de consumo.

El género de comedias asainetadas ha ido, desde entonces, a peor. Las respetables ambiciones de Pedro Masó pueden concretarse en su elección de Rafael Azcona, el guionista de Luis G. Berlanga y Marco Ferreri, para que escribiera sus películas como director.

Es u na colaboración que se prolonga ya a varias películas y que ha dado incluso algún título de mayor interés (Ciento veintisiete millónes libres de impuestos), aunque la clásica socarronería de Azcona no haya podido dar tanto juego como con otros cineatas; queda, eso sí, su habilidad para narrar historias, reduciendo lo obvio y concretándose en lo fundamental.

Aún caben, al parecer, algunas sorpresas en la filmografía de Pedro Masó. Televisión anuncia para fecha inmediata (ver EL PAIS de ayer) una serie dirigida por él, que, en palabras de Ramón Gómez Redondo, "va a conmover profundamente a la audiencia y a despejar las dudas que algunos teníamos sobre Pedro Masó." La duda es, como se sabe, la puerta de la verdad, y conviene mantenerla. Pero se nos ocurre invitar a los responsables de la nueva programación televisiva a que den idéntico trato a los cineastas cuya filmografía presenta menos interrogantes, al menos, para algunos. ¿Cómo no preparan también sus series directores como Juan Antonio Bardem, Francisco Regueiro, Carlos Saura, V íctor Erice, José Luis Borau, Manuel Gutiérrez Aragón, Eloy de Laiglesia, Basilio M. Patíno, Imanol Uribe, Pedro Olea, Jaime Camino, Luis G. Berlanga, Carles Mira u otros muchos? Este país se sigue permitiendo curiosos lujos. Junto a las dudas, podrían alinearse algunas seguridades.

La familia bien, gracias... se emite hoy a las 22.30 por la primera cadena.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_