Inexactitud de una información
El artículo de su corresponsal diplomático Diplomacia de intenciones o frivolidad (EL PAIS 3 de agosto de 1983) está montado brillantemente sobre una inexactitud. Es cierto que el autor nos acompañó, si no nos siguió estrechamente al Ministro Fernando Morán y a mí, y, debo decir que agradablemente, durante nuestra estancia en el Campo de Gibraltar.También lo es, como dice, que nos permitió cortésmente almorzar por nuestra cuenta el pasado domingo. La inexactitud reside precisamente en que fue durante ese almuerzo -que tuvo lugar en una casa particular y no en un restaurante- cuando el ministro se entrevistó, por espacio de dos horas, con cinco gibraltareños que mantienen distintas actitudes en lo que se refiere a las relaciones con España.
Como es lógico, el nombre de los interlocutores y el lugar de la cita no van a ser revelados por razones obvias de cortesía y eficacia./
Asesor del Ministro de Asuntos Exteriores.
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