Un gesto honrado

Me dirigía en tren desde Barcelona, y al entrar en el lavabo hice un movimiento en falso, con tan mala fortuna que se me cayó a la vía, por el conducto del inodoro, una pulsera de mi estimación y valor, que llevaba mal sujeta a la muñeca.Di cuenta de ello al interventor Félix García Grande, quien al mismo tiempo se lo hizo saber a sus compañeros, Elías Gabiña Quintana y Félix Torre Fernández, para que la buscaran y pudiera serme devuelta, lo cual lograron, y ya está en mi poder.

Dichos señores a cambio no me han pedido ningún tipo de compensación, porque, según ellos, han cumplido con su deber.

Quisiera hacer público, por este medio que amablemente se me ofrece, mi gratitud y felicitación por este honrado gesto. /