Crece de forma alarmante el número de suicidios en el campo portugués
El número de personas que renuncia voluntariamente a la vida está en aumento en Portugal desde hace varios años, pero los niveles alcanzados este año han adquirido los rasgos de una verdadera epidemia. En los seis primeros meses del año, el número de suicidios consumados en las zonas rurales fue de cerca de 250, contra 84 en las cuatro mayores ciudades del país, que totalizan aproximadamente el mismo número de habitantes.
El fenómeno se ha agudizado con la llegada del verano: 23 casos se han registrado en las zonas rurales en los 10 primeros días de julio, y 18 en la última semana.El veneno y el ahorcamiento son los métodos más utilizados por los desesperados portugueses, que deciden esta solución extrema y son, en su mayoría, ancianos o adolescentes.
Dramas económicos
Las más diversas hipótesis han sido manejadas para tratar de explicar este fenómeno: crisis económica, que afecta duramente a las zonas menos desarrolladas; efectos múltiples de la sequía que se registra en la península en los últimos años, dramas de la emigración, con las dificultades cada vez mayores puestas por los Gobiernos europeos a la reunión de las familias de emigrantes.
Pero se trata tan sólo de hipótesis: el único hecho estadísticamente seguro es que con 326 suicidios en seis meses para una población de menos de 10 millones de habitantes, Portugal se acerca a la marca máxima de los países europeos.
