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El FMI puede requerir nuevos recursos financieros antes de un año para aliviar los problemas de endeudamiento general

Mientras el Congreso norteamericano se prepara esta semana para aprobar., tras varios escarceos legislativos para evitarlo, la contribución estadounidense a las nuevas cuotas del Fondo Monetario Internacional (FMI), expertos del organismo mundial han advertido que el directorio del FMI puede verse sumido, antes de un año, ante el dilema de proponer a sus 146 miembros un nuevo incremento en las citadas cuotas o quedarse indefenso ante la amenaza de una eventual crisis de insolvencia de algunas naciones fuertemente endeudadas. La próxima asamblea anual del FMI, prevista para finales de septiembre y que será presidida por el ministro español de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, se presenta, a este respecto, como de una importancia decisiva, al mismo nivel que la celebrada el pasado año en Toronto (Canadá).El FMI aprobó un incremento del 47,4% de sus cuotas en la reunión de primavera de su comité interino, adelantada al mes de febrero ante la carencia de fondos por parte del organismo. La subida delas cuotas de sus 146 miembros suponía una inyección de 32.500 millones de dólares, ingresos que se verían incrementados en 19.000 millones y 5.000 millones de dólares si se añadían los recursos extraordinarios que el llamado grupo de los diez y Arabia Saudí, respectivamente, se habían comprometido a suministrar con destino al fondo llamado Acuerdo general para la obtención de préstamos. El propósito de estos nuevos fondos es asistir a los países miembros en los problemas de refinanciación de sus desequilibrios exteriores. El segundo, en concreto, es un sistema de urgencia de asistencia a determinadas naciones y en determinadas circunstancias.

Aunque muchos países han aprobado los desembolsos correspondientes a las decisiones del pasado febrero (España lo hizo en el curso del último Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio de Economía y Hacienda), la Cámara de Representantes del Congreso estadounidense está colocando numerosas trabas a la Administración para ratificar legislativamente la liberación de la parte alícuota que corresponde a Estados Unidos y que se eleva a 8.400 millones de dólares. La tesis de los legisladores de la cámara baja estadounidense es que estos fondos, que salen de los contribuyentes, sólo servirán para que la banca privada internacional pueda recuperar unos préstamos concedidos a la ligera y a países de dudosa solvencia.

Subterfugio

Ante esta actitud, mayoritaria en la Cámara de Representantes, el presidente Reagan ha optado por buscar un subterfugio que permita el desembolso de los fondos salvando el honor de los legisladores. Una enmienda presentada por el presidente del comité bancario de la Cámara, el demócrata Fernand St. Germain, permitirá, en caso de aprobarse, que el Tesoro norteamericano pueda hacer uso de una parte de los fondos si con ello se evita una crisis internacional de consecuencias imprevisibles y daflinas para los propios intereses norteamericanos. La parte de los fondos -aludida es de 2.610 millones de dólares, y corresponde a los recursos que le corresponde a Estados Unidos dentro del paquete de emergencia del grupo de los diez.

Según el congresista St. Germain, la aprobación de su enmienda es la única posibilidad que tiene Reagan para sacar adelante el tema del FMI. Dada la oposición legislativa al incremento de las cuotas del organismo mundial, la Casa Blanca no tiene más remedio que prestarse a las restricciones impuestas si quiere evitar un bloqueo en el funcionamiento del FMI. Por otra parte, estas restricciones sirven de aviso, en opinión del legislador, a los países endeudados de que no van a conseguir nada gratis del directorio del organismo mundial.

Pese a que, eventualmente, los fondos con destino al FMI serán liberados, muchos expertos se están planteando el problema que puede venirse encima a muy corto plazo para el organismo mundial. Los nuevos recursos del FMI, según fuentes bancarias privadas, parecen insuficientes para acometer el problema que se presenta ya en el Tercer Mundo.

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