La reforma del sistema financiero español exige mayor competencia e internacionalización

La necesidad de una política monetaria activa y continua, la reforma y reducción de los circuitos de financiación privilegiada, la adaptación de las actuales entidades de crédito a los principios de banca universal, la potenciación del mercado monetario y del mercado de capitales, la continuidad en el proceso de liberalización y desarrollo del sistema crediticio, y la internacionalización de la actividad financiera constituyen las principales conclusiones de cara al futuro del Curso sobre el Sistema Financiero Español que ha tenido lugar en la última quincena de julio en Santander.

Este curso, organizado por el profesor Enrique Fuentes Quintana y su equipo de la Confederación de Cajas de Ahorro y patrocinado por el Banco de Santander, ha propiciado la comparecencia, a lo largo de 26 conferencias y 7 tertulias, de los principales protagonistas de lsistema financiero español. A él han acudido el gobernador y tres directores generales del Banco de España, el presidente de la Asociación Española de Banca Privada y los presidentes de dos de los siete mayores bancos del país (Santander y Bilbao), el presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorro, la práctica totalidad de los máximos responsable! del crédito oficial, el síndico de la Bolsa de Madrid y altos cargos de la Administración en el Tesoro, presupuestos, comercio exterior, financiación interior y planificación.Análisis global

Este amplio abanico de conferenciantes, a los que hay que unir representantes de la banca extranjera y la Universidad, ha permitido un análisis global -desde diversas ópticas, diferentes intereses y distintas responsabilidades- de la reforma del sistema financiero español, de su momento actual y de las perspectivas de futuro.

Buena parte de las intervenciones, y muy especialmente la del gobernador del Banco de España, José Ramón Álvarez Rendueles, pusieron de manifiesto la necesidad de una política monetaria activa y persistente, pero capaz de irse adaptando a los rápidos cambios que operan en el sistema. En este sentido cabe citar el rápido desarrollo de nuevos activos (cédulas hipotecarias, pagarés del Tesoro, pagarés -de empresa y letras) que han desbordado los actuales instrumentos de control de la masa monetaria y han obligado a ampliar primero la denominada M-3 (disponibilidades líquidas) y recientemente a la negociación con las distintas instituciones de una pausa de tres meses en la emisión de nuevos activos.

La independencia del Banco de España respecto al Ejecutivo, la imposibilidad de una política monetaria aislada del contexto internacional y la estrecha relación de estas medidas con la política presupuestaria y fiscal de cara a su eficacia fueron otros puntos reiteradamente apuntados por los distintos conferenciantes.

Representantes de la Administración y del sector privado, desde puntos de vista e intereses contrapuestos, coincidieron en criticar el desastroso funcionamiento actual del crédito oficial y de los coeficientes obligatorios. Los representantes de la Administración procedieron a una impresionante autocrítica de la ineficacia, burocratización y despilfarro de los actuales instrumentos de intervención y de financiación privilegiada, desde unos presupuestos de necesidad de reforma y racionalización de los mismos, pero sin poner en duda en ningún caso su conveniencia. El sector privado se sumó con entusiasmo a estas críticas y en muchos casos las utilizó para justificar sus tesis de que es necesario eliminar coeficientes obligatorios y circuitos de financiación privilegiada.

Cierto confusionismo

Esta utilización interesada de las autocríticas de los responsables de la Administración creó cierto confusionismo entre algunos asistentes, al ignorar que los representantes de la banca privada estaban aprovechando la circunstancia para mostrar su oposición a los anunciados proyectos del Gobierno de modificar los coeficientes y obligar a las citadas entidades a contribuir en la financiación de la reindustrialización y las exportaciones.

Mayor inspección

En diferentes intervenciones, y especialmente en la del director general adjunto del Banco de España, Aristóbulo de Juan, se puso de manifiesto la necesidad de aumentar los medios de supervisión, inspección y control de las autoridades monetarias sobre la ortodoxia y solvencia de las actividades de las diferentes entidades de crédito. La reciente crisis bancaria ha puesto también de manifiesto, según se repitió en diversos momentos del curso, los tremendos vacíos legales que en materia de. acceso al control accionarial de los bancos, de responsabilidades penales de los gestores de los mismos, de quiebras y suspensiones de pagos de institucones crediticias, y de grupos de empresas, existen en nuestro país.

Dos presidentes de grandes bancos, José Ángel Sánchez Asiaín (Bilbao) y Emilio Botín (Santander), y el ex ministro y alto ejecutivo del Vizcaya, José Luis Leal, se refirieron en sus intervenciones al futuro de la banca. La acelerada aparición de nuevos activos e intermediarios financieros en el sistema y la revolución tecnológica en la electrónica, la informática y las telecomunicaciones parece apuntar el fin del negocio bancario tradicional y la aparición de nuevas funciones y servicios que van a configurar lo que se ha dado en llamar principios de banca universal. La transformación de determinados intermediarios, no necesariamente financieros, en bancos (caso de la agencia de viajes American Express), o la conexión de multitud de bancos de todo el mundo a traves de nuevos instrumentos (red de tarjeta de crédito Visa, por ejemplo), esbozan un futuro de internacionalización y de revolución en los servicios a prestar al cliente.

En las jornadas se habló también de una futura reforma de los órganos directivos de las cajas de ahorro y de la regulación de las entidades de crédito colectivo. Los intermediarios clásicos, especialmente en la intervención de Rafael Termes, denunciaron una cierta discriminación con respecto a los nuevos intermediarios en cuanto a grado de intervención y exigencias le solvencia de la Administración.