Gracias a Marcelino Camacho
Después de llevar casi 13 años trabajando en el colegio Alamán Femenino, sito en la avenida de América, 65, he sido despedida al año y medio de haber cambiado dicho colegio de dueño.Me sentía muy angustiada al verme sin trabajo, ya que sólo vivía de él, experimentando la triste realidad del paro. Lo veía casi todo perdido, hasta el último momento, y entonces, como afiliada anónima a CC OO, se lo hice saber a Marcelino Camacho, invitándole a que asistiera a mi juicio, comunicándole que su presencia me infundiría mucha confianza.
El secretario general de CC OO, conocedor de estos avatares de la vida, vino en mi ayuda, prestándome con su gran humanidad su apoyo y confianza, demostrándome que la unión de los trabajadores hace la fuerza.
Yo, desde aquí, quiero manifestarle mi gratitud y mi más sincera admiración por prestar su atención a un problema individual y pequeño (no para mí), comparado con los que cotidianamente tiene que resolver debido a su cargo, compartiendo conmigo mi angustia de perder el trabajo. /
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