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Las empresas del INI reducirán su plantilla en 20.000 personas

El grupo de empresas del Instituto Nacional de Industria (INI), en un esfuerzo para equilibrar unos resultados negativos de 134.000 millones de pesetas el pasado año, cerrará algunas de sus empresas más deficitarias y pondrá en marcha un plan de reducción de su plantilla, que afectará a 20.000 de las 219.000 personas (casi un 10%) que emplea.La reestructuración del holding público implicará también una disminución drástica de gastos generales, supresión de horas extras, disminuciones en el ritmo de producción y desinversiones importantes, que abarcará a empresas englobadas en el sector naval, a Iberia, Aviaco, Potasas de Navarra y Textil Tarazona. Estas dos últimas están bajo la amenaza de cierre, según los estudios de viabilidad que se elaboran.

Para contrarrestar los efectos de estas medidas, el Gobierno cuenta ya con cinco proyectos alternativos concretos para generar nuevo empleo, especialmente en aquellas zonas perjudicadas por la reconversión. Uno de estos programas generará entre 400 y 600 nuevos puestos de trabajo en la comarca de Sagunto, y consiste en el montaje de una planta química de obtención de fertilizantes a partir de gas natural.

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Las pérdidas del Instituto Nacional de Industria en 1982 aumentaron más de un 26% sobre el año anterior

Viene de la primera páginaEl proyecto de Sagunto, que estará en funcionamiento antes de que termine el año 1985, forma parte de los cinco programas alternativos al cierre parcial de la siderurgia de Altos Hornos del Mediterráneo (AHM) que ha elaborado el Gobierno. Se sabe que uno de estos proyectos, sobre el que ya se han completado planes concretos de viabilidad, consistirá en la instalación de una planta química relacionada con la obtención de fertilizantes. No se descarta que esta planta aproveche el gas natural que llega ya a la región a través del ramal del gasoducto Barcelona-Valencia, de reciente construcción. Otro proyecto involucra a una multinacional y el resto son pequeños programas aún en fase de configuración.

Al término de las jornadas sobre resultados del grupo, organizadas en la sede social del instituto, el presidente del Instituto Nacional de Industria (INI), Enrique Moya, confirmó la fuerte desviación en los resultados finales del grupo en el ejercicio anterior, una vez realizadas las auditorías correspondientes. Las pérdidas globales de las empresas del holding fueron de 134.000 millones de pesetas, cantidad que supone más de un 30% sobre la primera estimación realizada por el anterior presidente, Carlos Bustelo, en el acto de despedida del cargo a finales de 1982. Sobre el ejercicio de 198 1, el incremento de pérdidas fue del 26,5%, resultado derivado fundamentalmente del incremento (26,5%) de los gastos financieros.

El presidente del INI, que el día anterior había anticipado también la desviación producida en los resultados del primer semestre de este año, señaló que se han introducido fuertes correciones para equilibrar la cuenta de resultados en el segundo semestre de este año. De esta forma se conseguirá que las pérdidas en 1983 queden reducidas a 117.000 millones de pesetas, es decir que en los últimos seis meses del presente ejercicio tendrán que ser inferiores a 30.000 millones de pesetas, ya que en el primer semestre ya se alcanzaron los 87.000 millones.

Empresarios frente a políticos

El acto de clausura de las jornadas sobre el balance de la empresa pública escuchó también una declaración de Carlos Solchaga, ministro de Industria y Energía, que el día anterior había dramatizado, con duras palabras, lo que calificó de lamentable estado de la empresa pública en España. Solchaga señaló que "el empresario público no -debe esperar a decidir a que lo haga previamente el político", ya que su primera responsabilidad es, en todo caso, gestionar la empresa y hacerla rentable. "El que esté en desacuerdo con esta política debe dimitir", dijo el ministro de Industria.

Según Solchaga, el INI "no debe ser un reino de taifas", en el que cada directivo actúe a su antojo. "Hay que tener en cuenta que no se puede jugar con una empresa a la que se le está dando el circulante por adelantando". El ministro dijo que el Gobierno apuesta por medidas duras y difíciles para la industria en España, ya que este país no será, en su opinión, una economía de servicios sino que contará siempre con una industria fuerte.

Por su lado, Enrique Moya matizó que la pérdida de empleos será un fenómeno temporal, ya que la política del instituto prevé la recuperación de la plantilla a final de esta legislatura. "El Instituto y sus empresas -dijo- necesitan un periodo de tiempo para desarrollar la política de renovación de la empresa pública. Creo que podemos ofrecer a la Administración, antes de terminar el ejercicio 1983, acciones más amplias para acelerar los efectos sobre la cuenta de resultados (...) Y ello, aún a sabiendas de que algunos de estos planteamientos son difíciles y supondrán sin duda sacrificios personales de todos nosotros".

En relación a las empresas deficitarias, Enrique Moya manifestó que el INI estudia, en estos momentos, el cierre de Potasas de Navarra y de Textil de Tarazona, dos compañías sin aparente futuro de rentabilidad, aunque la situación de la segunda de ellas está pendiente de un estudio de viabilidad que determine finalmente su horizonte. Otras, como Entursa, Marsans y Artespaña, tendrán que modificar su gestión, e incluso no se descarta su cierre o privatización, de forma que se ponga término a unas pérdidas calificadas de incomprensibles.

El presidente del INI señaló que las jornadas celebradas, a la que han asistido la mayoría de los presidentes de las empresas públicas en situación difícil o con pérdidas, se había hablado de futuro. "El futuro -dijo Moya- está en los sectores que implican innovación, tales como la alimentación, la electrónica, la informática, la aviónica y la defensa". Sobre estos sectores, él INI está elaborando programas de actuación que tendrán sus resultados a medio plazo.

El caso de Iberia

Enrique Moya se detuvo, en particular, sobre el caso de Iberia, una empresa que, dijo, está experimentando un fuerte deterioro en sus cuentas de explotación en los primeros meses de este año, como consecuencia de la disminución en el número de pasajeros hacia rutas consideradas como clásicas para el normal funcionamiento de la empresa. Se trata del tráfico atlántico, hacía Latinoamericana, donde la crisis económica está afectando de manera extraordinaria. 'El presidente habló de la posibilidad de proceder a una disminución de la actividad de la compañía, en rutas y número de aviones (se venderán entre siete y nueve aparatos), reducción salarial y plantillas, etc. "Todo esto se hará si para septiembre, final de la temporada alta, no se ha producido una mejora de la situación".

Se refirió también Moya a SEAT y ENASA, dos empresas sobre cuya gestión en los últimos tiempos vertió duras palabras el día anterior el ministro de Industria y Energía. El presidente del INI dijo que SEAT podría tener resultados equilibrados en 1985, con la aparición en el mercado de dos automóviles de diseño propio y con el buen funcionamiento del acuerdo con Wolkswagen. Sobre ENASA-Pegaso señaló que la empresa equilibrara cuentas el próximo ejercicio.

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