El Ayuntamiento de Sevilla pide ayuda para investigar la plaga que afecta a las palmeras de la ciudad

El Ayuntamiento de Sevilla se ha dirigido a la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía solicitando ayuda para investigar y acabar con la extraña enfermedad que viene aquejando a las palmeras en las distintas zonas de la capital andaluza. La corporación municipal pide que el Gobierno andaluz efectúe los estudios técnicos necesarios y aconseje las medidas más prácticas para atajar el mal. Según un informe preparado por la Delegación de Parques y Jardines de esta ciudad, Sevilla ha sufrido en los últimos años el acoso de una enfermedad mortal en sus especies palmáceas, sobre todo en la llamada Phoenix canariensis, que ha provocado la desaparición de numerosos ejemplares en jardines, plazas y avenidas muy representativas de la capital. En lo que va de 1983 se han secado a causa de esta misteriosa enfermedad siete palmeras ubicadas en el recinto de la universidad, jardines de Murillo, Archivo de Indias y otros lugares.

Lo más significativo es que en todos los casos se habían realizado los tratamientos preventivos que se consideraron adecuados, sin que hayan surtido el efecto apetecido de impedir la mortandad de las plantas. Todas ellas eran palmeras de gran belleza, con más de 60 años de vida y que se encontraban en perfecto estado de salud hasta la aparición de la enfermedad, aparentemente motivada por la acción de un hongo.

Muestras de las palmeras asesinadas en los últimos años por este mal han sido remitidas sucesivamente a laboratorios municipales y universitarios y a los servicios contra plagas de la Delegación Provincial de Agricultura de Málaga -especializada en la vigilancia de plantas ornamentales-, sin que ninguno de ellos haya sido capaz de determinar con exactitud el origen de la enfermedad. En algunos medios botánicos de Sevilla se relaciona esta plaga con la amarillez mortal que afectó en el pasado a miles de palmeras en Francia y Miami.

Investigación y medios

La Comisión Municipal Permanente, a la vista de esta situación y a propuesta del concejal del departamento, Javier Queraltó, ha decidido dirigirse a la Junta de Andalucía y, en concreto, demandar de la Consejería de Agricultura que investigue y proporcione los medios precisos para acabar con la extraña plaga. De tal resolución, aprobada por unanimidad, se ha dado cuenta a la Comisión Provincial del Patrimonio Histórico-Artístico. La preocupación municipal no se reduce exclusivamente a la suerte que pueden sufrir las 2.000 palmeras repartidas por distintos lugares de la ciudad, sino que afecta al estado de salud de otras especies vegetales, como los plátanos, que están sufriendo el ataque de un hongo destructor, y los naranjos, poblados de la llamada mosca blanca. En este último caso no hay más remedio conocido que un pequeño insecto que liquida a la citada mosca y que, dada la escasez de la colonia existente en Sevilla, habrá que importar en cantidades notables, según informó a este periódico Javier Queraltó.