Strauss sigue al frente de la CSU bávara, pero con el peor resultado en 22 años
El presidente del Gobierno del Estado libre de Baviera, el socialcristiano Fran Josef Strauss, fue reelegido ayer en Munich presidente de su partido (CSU) pero obtuvo el peor resultado de sus 22 años de presidencia. Sólo 662, de un total de 859 votos emitidos, fueron favorables a Strauss, que atraviesa una crisis de confianza en las filas, habitualmente cerradas, de la Unión Social Cristiana (CSU) de Baviera.
Parece haber comenzado la irresistible decadencia política de Strauss, que incluso física e intelectualmente produce la impresión de sufrir una palpable pérdida de facultades.Strauss inició ayer sus vacaciones, que le llevaron a tres países del este de Europa (Checoslovaquia, Polonia y la Republica Democrática Alemana), donde el político bávaro intentará lanzar una ostpolitik particular que le sirva para presentarse como un político todavía con fuerza a quien le queda pequeño su cargo de presidente del Gobierno de Baviera. En Polonia está ya planeada una partida de caza con el ministro del Interior polaco, general Czeslaw Kiszczak, y se rumoreaba que tendría contactos a más alto nivel. Hace días parecía todo arreglado para un encuentro en la RDA con el dirigente Erich Honecker.
El factor desencadenante de la crisis fue el crédito de 1.000 millones de marcos (unos 57.000 millones de pesetas) a la RDA. Después de años de anticomunismo rabioso -es decir, que los créditos al Este eran "financiar el propio suicidio"-, y a las pocas semanas de calificar de asesinato la muerte de un alemán occidental en una caseta de policía de fronteras de la RDA, Strauss se descuelga como el promotor de un crédito a la otra Alemania.
La pirueta de Strauss con el crédito a la RDA desconcertó a sus seguidores y a los que no comprenden que el político bávaro es capaz de llevar a cabo una política realista y oportunista hasta olvidarse de sus posiciones ideológicas.
La respuesta no tardó en producirse, y por primera vez en la historia de la CSU un diputado abandonó el partido. Franz Handios, con un 71,5% en su distrito electoral, el diputado que obtuvo más votos directos de toda la RFA, abandonó la CSU por su disconformidad con la democracia de un solo hombre practicada por Strauss.
El viernes por la noche, en la cervecería Salvator, de Munich, un Strauss sarcástico, irónico y agresivo tomó la palabra para hablar de los peleles y decir que la acusación de democracia de un solo hombre carece de sentido, porque "hace unos meses fui coronado como rey de Baviera, que no es una monarquía democrática". El tono de Strauss era el de un hombre que ha perdido el sentido de la medida y en su actuación bordea el ridículo.
El día anterior, en una discusión televisada, Strauss se mostró sin agilidad mental, con un ojo semicerrado, como si hubiese perdido el control de sus músculos faciales.
A sus seguidores de la CSU todo esto no les ha pasado inadvertido, y ayer Strauss recibió la factura en forma de la peor votación desde que en 1961 llegó a presidente del partido.
Sólo un 77% de los votos es un resultado fatal para Strauss, que siempre fue elegido casi por aclamación. Sólo el año 1963, tras su dimisión como ministro de Defensa en Bonn, tras el escándalo Spiegel, tuvo Strauss un resultado por deba o del 90% en las elecciones para presidente de la CSU. Entonces sacó un 86,8% de votos, muchos más que el 77% de ayer.
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