_
_
_
_

Creada en Asuntos Exteriores una oficina para el seguimiento de los derechos humanos

Una mayor vigilancia y coordinación de las acciones encaminadas a la protección de los derechos humanos en España y en el resto de los países comenzará a ejercerse en breve con la creación por el ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, de una Subdirección General de Derechos Humanos. El Gobierno español era hasta ahora uno de los pocos en la órbita occidental que carecía de esta oficina, con la que cuentan Canadá, Francia, Estados Unidos, Alemania Federal, los países nórdicos y el Benelux, entre otros.Según fuentes diplomáticas, la creación de la citada oficina está ya aprobada, con categoría de subdirección general, dependiendo directamente del ministro o del subsecretario de Exteriores, y tan sólo está pendiente la designación de la persona que estará al frente de la misma. Hasta hace unas semanas una de las personas que se mencionaban para hacerse cargo de la subdirección general era la diplomática Mercedes Rico, que ha sido nombrada nueva directora general de Política Iberoamericana.

"La ausencia de esta oficina era una anacronía", comentó ayer un portavoz de la Oficina de Información Diplomática. España se había adherido en 1976 a los pactos internacionales de los derechos civiles, políticos, económicos, culturales y sociales, aprobados 10 años atrás por la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, con sede en Ginebra, y se había integrado correlativamente en la Asamblea parlamentaria del Consejo de Europa, que cuenta tambíén con una comisión de derechos del hombre; pero la actividad de vigilancia y seguimiento en el tema carecía de una coordinación efectiva antes de la creación del citado organismo.

Por otra parte, España, que hasta ahora ha mantenido un status de observador en la Comisión de la ONU, pasará a ser miembro de pleno derecho, junto a otros 43 países, en la próxima sesión. Durante los trabajos de la Comisión en los primeros seis meses de este año ha sido patente la falta de participación española en los debates sobre violaciones de derechos humanos en el mundo, y concretamente su silencio en casos como los de Guinea Ecuatorial o Marruecos, que, a juicio de otros miembros de la Comisión, el Gobierno de Madrid "podría haber rentabilizado políticamente". Otro ejemplo de falta de iniciativa o de una autoridad competente fue el hecho de que España quedara fuera de una coparticipación en la resolución francesa sobre los desaparecidos.

Otra de las funciones de la nueva subdirección general de Derechos Humanos será la de prestar su ayuda a las organizaciones no gubernamentales, nacionales e ínternacionales, que se dedican a la defensa de las libertades fundamentales, así como elaborar informes anuales sobre la situación de protección de estos derechos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_