Polémica en torno a las consecuencias de la ampliación Barajas

La ampliación del aeropuerto de Barajas perjudicará a más de 50.000 vecinos de núcelos urbanos próximos a las instalaciones, al incrementar la frecuencia de paso de aeronaves, afirmó Francisco Moreno, teniente de alcalde de Coslada, elegido por el PCE, en el curso de una asamblea informativa celebrada el viernes por la noche en la localidad con participación de unas 200 personas.La comisión antirruidos de Coslada, en la que participan el Ayuntamiento, de mayoría comunista, asociaciones de vecinos y otras entidades ciudadanas, ha convocado una manifestación que se celebra hoy, desde la carretera Madrid-Barcelona hasta la terminal de Barajas, para protestar por el proyecto de construcción de una nueva pista de despegue y aterrizaje. La Dirección General de Aviación Civil ha dado a conocer un informe en el que se concluye que la ampliación de las instalaciones del aeropuerto disminuirá las molestias, ruidos y vibraciones que padece la población residente cerca de Barajas, al situar el comienzo de la nueva pista, paralela a la que en la actualidad discurre de sur a norte, más lejos de los núcelos urbanos, lo que permitirá a los aviones sobrevolarlos a mayor altura.

En la asamblea celebrada el viernes, en la que se impidió tomar la palabra a los concejales socialistas de Coslada, favorables al proyecto oficial, Francisco Moreno aseguró que el tráfico aéreo en el aeropuerto madrileño ha disminuido los cinco últimos años, por lo que no se justifica la ampliación del aeropuerto. Añadió que el hecho de que la nueva pista se aleje 1.600 metros de la carretera a Barcelona sólo permitirá a los aviones incrementar 30 metros la altura de vuelo sobre los núcleos urbanos en la maniobra de aterrizaje.

La Dirección General de Aviación Civil sostiene que la construcción de un segundo aeropuerto, al menos a 40 kilómetros de la ciudad, costaría 50.000 millones de pesetas y tardaría en completarse 15 años.