Un extraño sondeo

Diario de Noticias(...) El semanario Expresso, en su última edición, publicaba un sondeo cuyos resultados indicaban que una cuarta parte de los portugueses aprobaría la existencia de un jefe de Estado único y de un solo primer ministro para Portugal y para España.

Si tales resultados correspondiesen a la realidad no dejarían de ser preocupantes, demostrando, entre otros factores, una gran fragilidad de la política exterior portuguesa. Sin poner en causa el rigor de la encuesta -apenas 600 entrevistados, la mayor parte de los cuales probablemente nunca se habría planteado la cuestión si no se la hubiesen presentado-, nos parece poco creíble que una cuarta parte de los portugueses apruebe el iberismo. En cualquier caso, las respuestas obtenidas, si han sido dadas con seriedad, traducirían inevitablemente una pérdida del sentimiento de nacionalidad, lo que no puede ser pura y simplemente ignorado. ¿Qué justificaría tal estado de espíritu?

El crecimiento desigual que se produjo en las últimas décadas en Portugal y en España, con la mejora en las condiciones de vida de los ciudadanos españoles, en contrapunto con el crecimiento de las dificultades económicas de los portugueses; con la relativa estabilidad política del país vecino comparada con la veloz rotación de Gobiernos registrada entre nosotros, el desencanto y el desánimo que todo eso produce serían los motivos de fondo de los resultados algo extraños de la encuesta citada.

Sin embargo, nos corresponde a nosotros el desafío que permita anular esta tendencia para eludir los problemas que nos afligen y para procurar la respuesta para un futuro que a todos nos preocupa y nos compete construir en el espacio que heredamos. Corresponde al Gobierno enderezar la esperanza que amenaza con zozobrar, del mismo modo que le asiste el deber de promover la cooperación entre los dos Estados, sin alimentar equívocos lamentables o incurrir en concesiones.

5 de julio.