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Barrionuevo refuerza su control sobre el aparato policial

Carlos Yárnoz

El ministro del Interior, José Barrionuevo, decidió ayer sustituir en sus cargos al comisario general de Seguridad Ciudadana y a los jefes superiores de policía de Valladolid, Sevilla y Canarias. Los cambios se interpretan en todos los círculos políticos y policiales consultados ayer como un reforzamiento en el departamento de Barrionuevo frente al subsecretario del ministerio, el diputado Carlos Sanjuán, considerado hasta hace pocas semanas como "un hombre de confianza de Alfonso Guerra".

"Nadie me ha insinuado que abandone mi cargo", dijo ayer el subsecretario. Sin embargo, en el propio ministerio se insinuaba ayer que Sanjuán abandonará su puesto cuando sea aprobada la ley de Incompatibilidades para altos cargos, que, de acuerdo con la actual redacción del proyecto, declara incompatibles la condición de parlamentario con la de alto cargo de la Administración y, en concreto, con la figura de subsecretario. En opinión de responsables sindicales de la policía, "hace tiempo que se rompió el cordón umbilical entre el vicepresidente Guerra y Sanjuán" por lo que Barrionuevo ha visto reforzada su situación y ha decidido efectuar parte de la reestructuración que tenía prevista.Los cambios ahora producidos, entre los que destaca el nombra miento de Jesús Merino como secretario general técnico de la Dirección General de la Policía, estaban proyectados en el Ministerio del Interior para septiembre u Octubre, pero Barrionuevo ha preferido hacerlos ahora, "aprovechando la cresta de la ola tras el cese de Mariano Baniandrés como responsable de la Brigada de Interior". Baniandrés era considerado como hombre de total confianza de Sanjuán. Tanto este relevo como los anunciados ayer no fue ron consultados por Barrionuevo a Sanjuán, quien, según fuentes próximas al propio subsecretario se encontraba contrariado.

Por otra parte, el nuevo jefe superior de policía de Valladolid, Federico Bañares García, era hasta ahora el responsable de la comisaría madrileña de Entrevías, a la que pertenecían los policías nacionales que realizaron unas polémicas declaraciones en el programa de TVE En este país, en contra de la presencia de militares en la Policía Nacional. El hecho causó fuerte malestar entre los mandos de este Cuerpo, muchos de los cuales pasan a depender ahora del comisario Bañares García.

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José Barrionuevo sitúa a hombres de su confianza en la cúspide policial y refuerza su posición en el Gobierno

Viene de la página primera

Los cambios de altos cargos policiales anunciados ayer son los primeros relevos en puestos de confianza que se producen en un ministerio desde que se formó el actual gobierno socialista.

Todas las fuentes policiales y políticas consultadas ayer por este periódico coincidieron en que Barrionuevo intenta con estos relevos controlar directamente las diversas áreas del departamento, sobre todo la policial, nombrando en puestos importantes a hombres de su confianza. Los relevos, según todas las fuentes consultadas, no guardan ninguna relación con la polémica originada sobre supuestas escuchas telefónicas ilegales.

El principal cambio registrado ha sido el del comisario general de Seguridad Ciudadana, Jesús Merino de la Hoz, quien pasa a ocupar la Secretaría General Técnica de la Dirección General de la Policía, en lugar de Jesús Caballero, que quedará a las órdenes del director de la Policía hasta que tenga un nuevo destino. Merino está afiliado a la Unión Sindical de Policías (USP). Como comisario general de Seguridad Ciudadana ha sido designado Lorenzo Pérez Corredera, ahora jefe de la Brigada de Exterior de la Comisaría General de Información. Igualmente, como jefes superiores de Valladolid, Sevilla y Canarias han sido designados, respectivamente, Federico Bañares García, José Manuel Blanco Benítez y Manuel Rodríguez Serrano.

De acuerdo con las fuentes informantes, cuando Barrionuevo fue designado para ocupar la cartera del Interior no nombró directamente a la totalidad de sus más próximos colaboradores. De hecho el subsecretario, Carlos Sanjuan , fue situado en ese cargo por deseo expreso del vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, según se reconoció entonces en el propio ministerio. El propio Sanjuán también con taba y cuenta con personas de su confianza en el ministerio, como el subcomisario Baniandrés o el actual director general de Política Interior, Enrique Linde. Así mismo, Barrionuevo no designó a la mayoría de los gobernadores civiles de las provincias, que accedieron a esos cargos por decisión de los órganos directivos del PSOE.

El ministro, sin embargo, pudo contar con varios hombres de confianza, que podían colaborar estrechamente con él. Entre éstos, figuraban, y permanencen en sus puestos, los directores de la Seguridad del Estado, Rafael Vera, y de la Policía, Rafael del Río, quienes controlan el área policial o de seguridad, que puede ser valorada en un 80% del total de competencias encomendadas al departamento.

Debido a esta dualidad de origen en la designación de los altos cargos, desde las primeras semanas de la formación del ministerio, se formaron dos equipos o grupos que, en la denominación empleada por las propias fuentes del ministerio, eran "los del PSOE" o los políticos, y "los operativos" o encargados de materializar la política ministerial en las áreas más conflictivas del departamento.

Por otra parte, el propio subsecretario fue acusado por algunos altos cargos del departamento de maniobrar con los sindicatos policiales, en determinados casos incluso sin conocimiento del ministro. Por ejemplo, fuentes del Sindicato Unificado de Policías (SUP) de la Policía Nacional, actualmente ilegal, aseguraron que hace unas semanas habían mantenido contactos con Sanjuán, pero en medios oficia les del departamento se aseguró que Barrionuevo no había sido informado del hecho.

Tras varios meses después de haber tomado posesión de su cargo Barrionuevo, en distintos medios oficiales y policiales se insistía en que el verdadero control del departamento lo tenía Sanjuán, a través de su línea directa con Alfonso Guerra. Sin embargo, las fuentes informantes aseguran en los últimos meses parece haber crecido la confianza del Gobierno, incluido su presidente, en la labor de Barrionuevo. Un dato, en este sentido, sería el hecho de que las tesis de Barrionuevo sobre la ley de asistencia letrada al detenido han sido las que, finalmente, han sido asumidas por el Ejecutivo.

Sanjuán no fue consultado por Barrionuevo a la hora de decidir los relevos y, según fuentes del propio departamento, el ministro "no moverá un dedo" para que el subsecretario dimita de su cargo.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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