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Leguina expresa su solidaridad con las regiones que tienen centrales nucleares

Joaquín Leguina, presidente de la Comunidad de Madrid, manifestó durante la manifestación antinuclear que se desarrolló en la tarde del martes que "el papel del gobierno autónomo en el tema nuclear es bastante limitado, pues Madrid no tiene ningún problema nuclear al no tener ninguna central de este tipo. Sin embargo Madrid esta utilizando mucha energía nuclear producida en otras comunidades. Nuestra presencia aquí es una solidaridad con esas comunidades". Sobre si la convocatoria hecha por distintos grupos del PSOE era asumida por la ejecutiva del partido, Leguina manifestó "creo que sí que es asumida y es significativo que estemos aquí. El PSOE debe apoyar los mismos criterios que antes del 28 de octubre". A la manifestación, convocada por la Coordinadora Ecologista, entre otros grupos, asistieron unas 4.000 personas.En contra de las palabras de Leguina, algunos de los convocantes indicaron que en Madrid existen dos reactores en la Junta de Energía Nuclear y que no hay una información clara sobre el desmantelamiento de las instalaciones radioactivas de Torrejón.

Especial atención provocó el apoyo que la Federación Socialista madrileña y el Grupo Federal de Ecología y Medio Ambiente del PSOE habían dado a la manifestación, por lo que la pancarta de este último grupo fue la más fotografiada por los periodistas. Tras ella se situaron Joaquín Leguina y Concha Sáez, directora general de Medio Ambiente.

La manifestación fue, en su mayor parte, una fiesta móvil que recorrió la calle de Carranza desde la glorieta de Ruiz Giménez hasta la de Bilbao y la calle Fuencarral hasta Infantas.

El único incidente que se produjo durante la manifestación surgió cuando los asistentes a la misma descubrieron en el balcón de uno de los restaurantes situados en el itinerario a Jorge Verstrynge. Los insultos lanzados contra su persona y los gritos de "no nos mires, lánzate" fueron seguidos de una piedra que rompió el crital de una de las ventanas del local en el que, al parecer, cenaba también Manuel Fraga.

Al final y cuando la manifestación había terminado, la Policía cargó contra un grupo de manifestantes que intentó pasar las barreras instaladas en la calle de Fuencarral esquina a Infantas.

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