Francia y su Prensa

AbcLa realidad cambia y, como ya advirtió Galileo, hasta lo que parece inamovible no lo es. Más fijo aún que la esfera cósmica parecía Le Monde, un astro intocable, fijo, que derramaba fulgor y sapiencia desde su enclave de la Rue des Italiens. Y he aquí que, de pronto, un buendía -es decir, un mal año- la incontestable pirámide se empieza a resquebrajar. Todavía es grande y fuerte el admirado periódico que fundara Beuve-Méry, pero ya no es imbatible. Con la llegada del socialismo, la inteligencia liberal ha emigrado: hoy la innovación y el talento están sobre todo en el despliegue crítico que organiza todas las semanas Louis Pauwels en el dominical de Le Figaro. Le Monde cae en ventas y genera pérdidas, mientras que Le Figaro de Pauwels rebasa los 800.000 ejemplares. Hoy la inteligencia francesa escucha las señales de Revel y de Amouroux, de Aron y de Peyrefitte. Tomemos nota en España: los consagrados retroceden, los infalibles yerran, los oficiosos no venden y la oposición se cotiza. Nada es definitivo. Todo se mueve., 26 de junio