El 'Libro Blanco' es un plan de desindustrialización, según CC OO

La federación del metal de CC OO calificó ayer el Libro Blanco de la reconversión industrial de "prograrna de desindustrialización: eliminación de plantillas y reducción de capacidades". En una conferencia de prensa, Juan Ignacio Marín, secretario general de la citada federación, vertió duras críticas contra el plan Solchaga y subrayó que la participación sindical quedaba limitada a unas comisiones de seguimiento difícilmente operativas.Las críticas de CC OO se centran fundamentalmente en que el Libro Blanco no contempla ningún tipo de planificación sobre sectores a desarrolar, puestos de trabajo a crear o las inversiones necesarias para ello. Para este sindicato, el proyecto es un programa de de sindustrializ aciónpor la vía de la eliminación de plantillas y de la reducción de capacidades de producción.

Existe, según la federación del metal de CC OO, una "auténtica obsesión en el proyecto por la reducción de enipleo". Las cifras que se recogen en el documento, y que se refieren a los planes ya pactados en el período 1980-1982 para el metal, modifican al alza los excedentes planteados por las empresas en aquellos momentos y suben a 47.000 los puestos de trabajo a perder, cuando las primeras previsiones apuntaban a los 36.000.

La política propuesta en el citado plan para eliminar excedentes es, a juicio de esta federación, "más salvaje que la contenida en versiones anteriores", citando, en este sentido, aspectos como las bolsas de paro, que se formarían no con suspensiones temporales de contratos, sino con rescisiones de los mismos, siendo los trabajadores los que habrían de optar por entregar o no sus indemnizaciones. El planteamiento es, de acuerdo con estas impresiones, o un despido aplazado, o "una especie de oficina de empleo privilegiada".

El documento, siempre según lo manifestado ayer en la citada conferencia de prensa, habla muy poco de la potenciación del sector público, teniendo en cuenta que una gran parte de los fondos que se utilizarán serán estatales. Un proyecto de estas características requiere, según CC OO, medidas de control de las multinacionales, de apoyo real a las pequeñas y medianas empresas y de reforzamiento de las empresas públicas.

El papel de los sindicatos queda, con la nueva redacción del Libro Blanco, sensiblemente reducida. El proyecto refuerza la idea de las seciedades de reconversión como redistribuidoras de los fondos públicos, con una capacidad de control muy alta por parte de las empresas. La participación de los sindicatos queda limitada a unas comisiones de seguimiento con escasa operatividad y a la posibilidad de negociar algunas materias de empleo.

En materia de financiación, para CC OO, el esfuerzo que seexige a la banca es mínimo, toda vez que se reduce a un subcoeficiente de inversión "previsiblemente dentro de los ya existentes y la posibilidad de que los bancos negocien con las instituciones oficiales de crédito emisiones de títulos, siempre computables en el subcoeficiente, o que las adjudicaciones de créditos directos las decidan los propios bancos".