Porta, en precario

La Federación Española de Fútbol y el Ministerio de Cultura ya han entrado en guerra. Hasta ahora se habían producido ligeras escaramuzas. Una acción guerrillera desarrollada por Pablo Porta en un periódico de clara influencia nuñista ha supuesto la entrada definitiva en un conflicto generalizado. Porta, por vez primera, va a tener enfrente a un adversario bien armado moralmente.La logística ministerial podría estar apoyada en la última de las auditorías, que nuevamente ha supuesto una fuerte disparidad de criterios entre censores y auditados. Hay cuestiones de fondo y de forma que se niegan a admitir quienes tienen por misión clarificar las cuentas federativas. Se entiende que existe en la Federación Española de Fútbol y en sus territoriales un boicoteo pasivo.

Pablo Porta se va a ver en la peor situación de su mandato. Le van a poner entre la espada y la pared. Sus contumacias le pueden cuestionar incluso el apoyo de los clubes con los que ha contado siempre. A la próxima asamblea general llegará absolutamente maniatado. Podría suceder incluso que se le retuvieran las subvenciones del Consejo Superior de Deportes. Los clubes que ya no le prestan su apoyo van a tener ocasión de plantearle una votación de confianza. Porta, si no dimite, puede llegar a colapsar el fútbol español.