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Los militares cobrarán la subida salarial de este año a finales del presente mes

Carlos Yárnoz

Los miembros de las Fuerzas Armadas percibirán por primera vez el incremento salarial correspondiente a este año a finales del presente mes, por lo que las pagadurías militares ya han preparado toda la documentación correspondiente en todas las unidades. La subida, de acuerdo con la orden ministerial publicada en el Diario Oficial del Ejército el día 14 del pasado mes de mayo, supondrá aproximadamente el 10% de incremento salarial medio, porcentaje que no satisface las aspiraciones de los militares profesionales, si bien confían en que la situación mejorará cuando sea aprobada la ley de retribuciones, que será enviada a las Cortes antes de finalizar el año.

La subida salarial será cobrada por los militares con carácter retroactivo, por lo que con la paga actualizada de este mes percibirán los atrasos registrados desde enero. Asímismo, el cobro de los incrementos coincidirá con la paga extra correspondiente al mes de julio, con lo que los profesionales de los ejércitos percibirán una importante suma económica al finalizar el mes.Las actuales retribuciones militares proceden, fundamentalmente, de los conceptos de sueldo, trienio y grado. Un capitán con 17 años de permanencia en el Ejército de Tierra cobraba en la actualidad 95.000 pesetas mensuales. Con la subida, cobrará a partir de ahora 102.500. Los retrasos que cobrará este mes ascenderán a 49.000 pesetas, y la extra de julio le supondrá 70.000 pesetas. El este caso concreto, la subida le ha supuesto que el sueldo pasará de 60.000 pesetas a 70.000; cobrará por cada trienio 3.200, en lugar de las 2.900 que cobraba hasta ahora; y percibirá 2.400 por cada grado que haya ascendido, en lugar de las 2.200 que recibía en la actualidad.

En opinión de diversos militares consultados ayer, la subida ha sido "ligeramente superior a la esperada, pero todavía muy alejada de las aspiraciones lógicas en las Fuerzas Armadas de equiparar los sueldos militares a los recibidos por los funcionarios civiles". En principio, los militares creían que la subida iba a oscilar en torno al 9% y que, además, la misma no se produciría hasta el mes de septiembre.

Reducción de plantillas

A pesar del incremento experimentado, los militares confían en la prometida ley de retribuciones, cuyo proyecto, que prevé la equiparación con los funcionarios civiles, será enviado a las Cortes en noviembre o diciembre, según anunció el ministro de Defensa, Narcís Serra. La ley ya fue prometida por gobiernos anteriores. En diversas intervenciones públicas, Serra ha dicho que la actualización de las retribuciones deberá ser paralela a la reducción de plantillas, especialmente en el Ejército de Tierra. En este sentido, fuentes militares han informado a este periódica que el jefe del Estado Mayor del Ejército, Ramón Ascanio Togores, envió hace varios días al ministro de Defensa un borrador sobre las líneas maestras que podían ser utilizadas en el futuro proyecto legislativo. La ley puede originar diversos conflictos entre los militares, especialmente entre los de más elevada graduación. Según algunas estimaciones realizadas por expertos militares, la plantilla de generales en activo, actualmente integrada por unos 165 militares, deberá ser reducida de forma progresiva a la mitad aproximadamente. Por ello, las previsiones han causado reticencias entre algunos generales y entre coroneles próximos al ascenso, ya que se desconoce el sistema que se utilizará para realizar la reducción.Por otra parte, en todas las unidades y dependencias militares se aplica desde esta semana el denominado horario de verano, por lo que los profesionales del Ejército efectúan un horario laboral intensivo a lo largo de la mañana y ya no acuden por la tarde a sus destinos. Respecto al período de vacaciones, como en años anteriores se formarán turnos para que puedan disfrutar el mes de descanso entre julio y septiembre. De acuerdo con la normativa interna, todas las unidades deben tener la mitad de la plantilla.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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