Ya son 70 las personas detenidas o procesadas en la provincia de Pontevedra por supuestos delitos de contrabando

Al menos 70 personas se encuentran ya detenidas o procesadas, según los casos, en la amplia operación anticontrabando desarrollada en la provincia de Pontevedra durante las últimas semanas. Las investigaciones se centran actualmente en la península de El Grove, donde 12 personas han sido detenidas o retenidas por la Guardia Civil en las últimas 48 horas, y cinco de ellas se encuentran sometidas ya a diligencias judiciales. Por otra parte, al parecer, se ha producido un atentado frustrado contra una dotación de la Guardia Civil en Villagarcía de Arosa, hecho que dio lugar a una detención.

De las 70 personas detenidas o procesadas, 27 son los guardias civiles cuyos arrestos ya fueron conocidos a lo largo de las pasadas semanas, aunque no se descartan otros. Gran parte de las demás detenciones corresponden a los tripulantes de las embarcaciones apresadas por el Servicio de Vigilancia Aduanera, y el resto son vecinos de El Grove, Villagarcía y algunos otros procesados por hechos anteriores, que se encuentran a la espera de juicio.Los gobernadores civiles de las cuatro provincias gallegas se reunieron ayer en La Coruña con el director de la Seguridad del Estado, Rafael Vera, para tratar estos temas, entre otros.

La expectación y el nerviosismo en las poblaciones afectadas por esta investigación es grande. Cualquier ausencia prolongada de un vecino puede ser interpretada como signo de que está detenido, y los frecuentes controles que desde entonces hace la Guardia Civil desatan todo tipo de especulaciones. Durante gran parte de la jornada de ayer se dio como cierto que entre los detenidos figuraba el cura párroco de El Grove. Este sacerdote estuvo ausente varios días, en efecto, pero fue por haberse trasladado a Madrid para acompañar al arzobispo, Ángel Suquía, en su entrada en la nueva diócesis, según aclaraciones vespertinas al rumor de las primeras horas de la mañana.

Durante los tres últimos días, fuerzas de la Guardia Civil, reforzadas por patrullas motorizadas, peinaron la península de El Grove, interrogaron a numerosos vecinos y detuvieron o llamaron a declarar a un total de 12 personas. De ellos, siete, no han sido puesto aún a disposición judicial. Cabe recordar que en la zona de El Grove fue arrestada la dotación completa del cuartel de la Guardia Civil, por presuntas connivencias con el contrabando, y sustituida inmediatamente por otros guardias, quienes a su vez han sido reforzados.

Todo parece indicar que las informaciones proporcionadas por los arrestados han permitido tirar del hilo y ha llevado al procesamiento de cinco vecinos y a las detenciones de otros siete, estas últimas oficialmente presentadas como "llamadas a declarar" a la comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra.

En el caso de Villagarcía de Arosa, la información disponible es más confusa. Parece que una persona fue detenida por presunto atentado contra la Guardia Civil. Según algunas versiones, un vehículo del Cuerpo fue embestido por otro coche cuando realizaba una investigación relacionada con el contrabando. Este hecho recuerda a otro parecido, aunque más serio, ocurrido hace unas semanas en Villanueva de Arosa, donde varios automóviles de presuntos contrabandistas trataron de arrojar al agua a un vehículo policial, que perseguía a un coche con contrabando. Seis personas se encuentran procesadas por este último hecho.

Por otra parte, el hallazgo de dos cadáveres en el río Miño, cerca de La Guardia, ha producido diversas especulaciones en la zona fronteriza con Portugal. La versión oficial, certificada por el médico forense de dicha localidad, es que ambos se ahogaron cuando practicaban el deporte de la pesca en un lugar peligroso del río. Otras versiones, procedentes de vecinos de La Guardia, ponen en duda tal posibilidad, y, atribuyen las dos muertes a cuestiones relacionadas con el contrabando.

Los dos hombres encontrados muertos, José Luis e Higinio Vieira, de 31 y 18 años, conocían muy bien la zona y a menudo salían de La Guardia en una embarcación fuera borda. El mayor de ellos estaba considerado como una persona de cierta importancia en el contrabando de tabaco; respecto al menor se ha especulado con la posibilidad de que estuviera implicado en tráfico de droga, aunque esto último no es en absoluto comprobable. Algunos vecinos de La Guardia suman estos casos a otras muertes misteriosas ocurridas en el pasado, aproximadamente en la misma zona, e insuficientemente esclarecidas. La última de ellas no es demasiado antigua, puesto que se produjo en el pasado mes de enero. A despecho de estas versiones, el médico de La Guardia ha aseverado que ninguno de los dos jóvenes presentaba señales de violencia, y sí, en cambio, las propios de un ahogado.

La suma de hechos ciertos y de rumores de difícil confirmación incrementan la tensión en la zona afectada por el contrabando, y sobre todo por aquellos puntos que están siendo batidos por las Fuerzas de Seguridad del Estado. Lo más insólito por estas tierras es el rigor con que las autoridades parecen haber abordado la investigación. Otro punto relativamente novedoso es la difusión de las primeras declaraciones de personas más o menos vinculadas al comercio ilegal.

No es inhabitual oir hablar en Galicia de gentes a quienes todo el mundo señala como relacionados con el contrabando, ya que la clandestinidad de este negocio ha sido relativa hasta la fecha.

La vox populi menciona, entre otros, a Manuel Charlín, vecino de Villanueva de Arosa. Su esposa, Josefa Pomares, hizo ayer una breve declaración a Radio Popular de Vigo, en el sentido de que no sabe si es cierto o no lo que se le atribuye a su marido. "Que yo sepa", dijo, "mi marido hace mucho tiempo que ya, no se dedica a esas cosas". También ignora si Manuel Charlín está preocupado o no con la situación actual: "nos acostamos temprano, aquí no viene gente, yo estoy en casa y no sé nada".