1.000 millones de musulmanes elevan su mirada al cielo al iniciarse el Ramadán
Cerca de 1.000 millones de musulmanes, repartidos por el mundo entero, elevarán esta noche sus ojos al cielo con la intención de observar la luna nueva, que marcará para ellos el inicio del mes de Ramadán, noveno mes del año musulmán y mes de ayuno religioso. Un mes más tarde la observación de la luna cuando entre en su cuarto menguante marcará también el final del mes de Ramadán.
La observación directa de la luna nueva y su cuarto menguante es una tradición instaurada por los sunnitas para fijar el comienzo y el final del mes de Ramadán. Los ismaelitas, por el contrario, se basan en cálculos astronómicos.
"La luna de Ramadán, en la cual el Corán descendió de lo alto para servir de guía a los hombres y para darles una explicación clara y permitirles distinguir entre el bien y el mal", prescribe el versículo tercero del libro sagrado musulmán, "es tiempo de abstinencia".
Las obligaciones de todo musulmán durante este mes sagrado son fundamentalmente el ayuno y la abstinencia, que sólo romperán dos veces al día, anunciadas tradicionalmente con sendos cañonazos y la llamada del muezzin, al ponerse el sol y antes del amanecer.
En todos los países musulmanes la gran umma del Islam y de la fe durante el mes de Ramadán la radio y televisión transmiten programas religiosos, y las actividades normales en las administraciones, bancos, oficinas públicas, e incluso en el sector privado, se reducen considerablemente para compensar al musulmán por el esfuerzo físico que realiza con el ayuno.
Todo buen musulmán está obligado a ayunar durante este mes. El Islam sólo excluye de ello a los niños, las mujeres embarazadas, los enfermos y los viajeros. Ayunar durante todo el día durante todo un mes simboliza la capacidad del hombre musulmán para disciplinar sus deseos.
Mes de ayuno
El Ramadán o mes de ayuno se une a las obligaciones habituales de todo buen musulmán, que son la oración cinco veces al día, la oración colectiva el viernes, la limosna y la ijra o peregrinación a La Meca al menos una vez en la vida.En Marruecos los alauitas celebran este mes con un tradicional ritual que comienza cuando el primer día de Ramadán el rey Hassan II va a la mezquita de palacio a presidir las conferencias religiosas que pronuncian eminentes personalidades de la religión. Dos semanas después de iniciado el Ramadán viene la oración de Al Asr o de fin de mediodía.
Con este motivo, y durante 10 días consecutivos, el rey reúnejunto a él en la mezquita a los embajadores dé los países árabes, a los dignatarios civiles y militares del reino, al Gobierno, para practicar colectivamente la reflexión trascendental que prescribe el Corán en estos días.
Todos deben llegar antes del rey, que aparece luego, vestido con yilaba y burnus, blancos, rodeado del ministro de Bienes Religiosos, el chambelán de palacio y el caid mechuar o gobernador de la casa real.
Cuando el rey entra los m'chauria o esclavos negros gritan a coro el saludo ritual de " Yahia el malek', o."viva el rey".
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