Margaret Thatcher obtuvo una victoria arrolladora en las elecciones de ayer
Margaret Thatcher ganó ayer las elecciones en el Reino Unido por una mayoría de más de 100 escaños sobre el resto, de los partidos juntos. La victoria de la primera ministra conservadora puede ser considerada arrolladora, aunque no haya logrado romper todos los récords, como predecían los sondeos. Su victoria, a la vista del voto popular que parece haber obtenido el Partido Conservador en todo el país, se debe, más que a un aumento del número de sus propios votantes (que puede haber bajado en términos reales el 1,6%), al desastre sin precedentes que han sufrido los laboristas.
El Partido Laborista han obtenido su peor resultado electoral desde 1945. La Alianza Liberal-Socialdemócrata ha conseguido un espléndido resultado en cuanto al voto popular, acercándose peligrosamente a los socialistas. Aunque los resultados oficiales no se conocerán hasta hoy, las dos cadenas de televisión, basándose en sus propias encuestas a la salida de los colegios electorales, anunciaron ayer inmediatamente el triunfo conservador.Según la BBC, el partido de Thatcher obtendrá 398 escaños en un Parlamento de 650, frente a 208 para los laboristas y 21 para la alianza. La mayoría conservadora, sobre todos los demás partidos juntos (incluidos los de Irlanda del Norte y, los nacionalistas galeses y escoceses) sería de 146 escaños, frente a la mayoría de 43 de que disfrutaba en la anterior Cámara de los Comunes.
La cadena privada ITV reducía algo los márgenes de la victoria tory: 383 para los conservadores, 227 para los laboristas y 17 para la alianza. La mayoría conservadora sería, en este caso, de 116 escaños.
"Creo que esta va a ser mi casa durante los próximos cinco años", afirmó Margaret Thatcher al salir del número 10 de Downing Street, residencia oficial del primer ministro para dirigirse a su distrito electoral y celebrar la victoria con sus amigos.
El líder laborista, Michael Foot, no quiso hacer declaraciones hasta que los resultados sean oficiales, pero el número dos, Denis Healey, no se mordió la lengua: "estas elecciones han puesto al Reino Unido a merced del más reaccionario, extremista y conservador Gobierno de su historia moderna".
Pasa a la página 3
Thatcher canta victoria y el Partido Laborista británico se enfrenta al peor desastre electoral de toda su historia
Viene de la primera página
Denis Healey no ocultó su amargura frente a la Alianza Liberal-Socialdemócrata, que es responsable, dijo, de su derrota. La alianza, afirmó, no ha quitado votos a los conservadores. Peter Shore, nortavoz de finanzas del Partido Laborista, formuló los mismos reproches: Ia alianza ha puesto a este país en manos de los conservadores". Pocas horas antes, cuando iba a depositar su voto, el líder sindical Ken Gill ya había reflejado el estado de ánimo de los laboristas: "Nos espera el peor desastre de nuestra historia desde la peste negra".
La debacle socialista, según muchos comentaristas británicos, se debe tanto al voto que se ha fugado a la alianza como a su desastrosa campaña electoral. Desgarrados por disputas internas y con un programa radical, los laboristas han perdido aproximadamente diez puntos en relación con las elecciones de 1979. Han fracasado, incluso, en zonas como el Midland, tradicionalmente socialista, en la que el desempleo ha aumentado extraordinariamente en los cuatro años de Gobierno
Dimisión de Foot
La primera consecuencia de la jornada de ayer será la dimisión de Michael Foot que, según informaciones sin confirmar, podría producirse en la próxima conferencia del partido, prevista para otoño. David Steel, el líder liberal, reconoció que la alianza no va a estar en posición de contrarrestar la marea conservadora. "Creo que vamos a sufrir una amplia y pesada mayoría tory", comentó. Sin embargo, se declaró satisfecho del número de votos obtenido, que según la ITV, podría situarse en torno al 26%, frente al 28% que se atribuye a los laboristas. El porcentaje exacto no podrá establecerse hasta el final del recuento electoral. Los socialdemócratas, lidera dos por Roy Jenkins, estarán mini-representados en el próximo Parlamento, debido a las características del sistema electoral británico, que prima únicamente a los dos primeros partidos clasificados. A nivel de voto popular han experimentado, sin embargo, un incremento notable. Shirley Williams uno de los cuatro fundadores del Partido Socialdemócrata, perdió su escaño, tal como predecían los sondeos, pese a que mantuvo hasta el último momento una lucha codo a codo con el candidato conservador. Todas las expectativas se centran ahora en el próximo gobierno e Margaret Thatcher, del que pueden quedar barridos los principales representantes del sector moderado del Partido Conservador, entre ellos el actual ministro e Asuntos Exteriores, Francis Pym. La primera ministra, que puede atribuirse con justicia un gran éxito personal, se siente respaldada ahora para llevar a cabo u política monetarista, pese a los 5 millones de parados con que cuenta el país, y para proseguir los planes de despliegue, antes de fin le año, de los misiles de crucero norteamericanos.
La City londinense echó ayer las campanas al vuelo y la libra esterlina subió de nuevo mientras que el índice del mercado de valores se situaba en un nuevo récord subiendo 2,9 puntos.
Huelga de noticias
La alegría del Partido Conservador no se empañó ayer siquiera ante el anuncio de que el sindicato de periodistas de la agencia nacional de noticias Press Associated (PA) había decidido iniciar una huelga, precisamente a las diez de la noche, cuando se cerraban los colegios electorales.
Los periódicos se vieron privados así de una fuente importante de información para cubrir los resultados electorales porque PA, que es privada, es la única capaz de adelantar los datos de todos y cada uno de los 650 distritos electorales.
La victoria tory va a ser recibida, pues, con una huelga sonada. Thatcher no ha tenido fortuna con los periódicos, al menos en este sentido, porque el Financial Times, portavoz del mundo financiero británico, dejó de aparecer en los últimos ocho días de la campaña debido a las reivindicaciones salariales del personal técnico.
La primera ministra acudió a votar a las 7.20 de la mañana en la circunscripción de Finchley, al norte de Londres, que ella representa en la Cámara de los Comunes desde hace ya 24 años.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.