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La Guardia Civil desalojó ayer al centenar de jornaleros que habían ocupado la finca 'El Indiano', expropiada a Rumasa

Fuerzas de la Comandancia de Sevilla de la Guardia Civil procedieron a primeras horas de la mañana de ayer a expulsar de la finca El Indiano, de antigua propiedad de Rumasa, a los cerca de un centenar de jornaleros del Sindicato de Obreros del Campo (SOC) que llevaban cerca de una semana ocupándola. El desalojo se produjo sin incidentes, pese a la resistencia pasiva de los jornaleros. Los hombres del SOC trasladaron su campamento a una finca contigua, de propiedad privada, y cuyo propietario permite su presencia en la misma. Es posible que hoy intenten franquear de nuevo la entrada en El Indiano, o bien que prosigan con acciones de ocupación en algunas de las otras 33 fincas de antigua propiedad de Rumasa.

El desalojo comenzó a las ocho de la mañana de ayer. La finca amaneció rodeada por fuerzas de la Guardia Civil que impidieron el acceso a cualquier persona que intentara penetrar en la propiedad. En la finca El Indiano se encontraban unos 80 o 90 jornaleros que habían pasado la noche acampados en la misma. Al frente de ellos estaban las figuras más importantes del SOC: Francisco Casero, el padre Diamantino y José Manuel Sánchez Gordillo, alcalde de Marinaleda. Las fuerzas de la Guardia Civil se presentaron bajo el mando de un comandante. El teniente coronel de la provincia no acudió, pero estuvo en contacto directo por radio con el comandante que dirigía la operación, como igualmente lo estuvo el gobernador civil de la provincia, Garrido Ávila, que ordenó el desalojo.Aunque en el momento de la aparición de los guardias civiles se detectó cierta tensión en el ambiente, el desalojo se produjo de forma pacífica. Una compañía de la Guardia Civil se dirigió primero a las mujeres y los niños para convencerles de que subieran a los autocares dispuestos a tal efecto. Después de ello continuó con los jornaleros, la mayoría los cuales se tumbaron en el suelo. En los más de los casos bastó con que los guardias civiles rogaran a los jornaleros que se levantasen y se dirigieran por su propio pie al autocar. No obstante, algunos tuvieron que ser conducidos, en manos de números de la Guardia Civil, por negarse a hacerlo por su propio pie.

La operación comenzó a las ocho, y a las 9.05, con la salida de Francisco Casero, se había concluido, sin ninguna escena de violencia. Los autocares transportaron a los ocupantes hasta la cancela de alambre espinoso que cierra la entrada de la finca y los depositaron allí. Una vez que esto ocurrió, los jornaleros se dirigieron por su propio pie, y vadeando el río Guadalete, a la finca conocida como El Cerro de Coripe, contigua a El Indiano, pero ya provincia de Cádiz. El Cerro de Coripe es de propiedad privada y su dueño no se opone a la presencia de los jornaleros en ella. El gobernador civil de Sevilla se rnostraba al mediodía satisfecho por la forma en que se habían desarrollado los acontecimientos.

El Parlamento andaluz aprobó ayer tarde una moción formulada por el Grupo Comunista en la que se solícita que las fincas expropiadas a Rumasa y ubicadas en el territorio de Andalucía pasen a formar parte del sector púbIico de esta comunidad autónoma, bien para su explotación directa por el Gobierno andaluz, bien para su cesión a cooperativas de trabajadores agrícolas. La moción fue aprobada con el voto favorable de socialistas, comunistas y andalucistas, con la abstención de centristas y la oposición de Alianza Popular.

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