El cardenal, el ministro y el Corpus

Un año más se veta la presencia del ministro de Justicia en el cortejo del Corpus en Toledo. Hace dos años fue a Francisco Fernández Ordóñez, por la ley de Divorcio, y esta vez, a Fernando Ledesma, por la despenalización del aborto. Y año trasaño seguirá ocurriendo y nos seguiremos callando, y pienso que ya es hora de decirle a Marcelo González Martín hasta cuándo. Y me pregunto: ¿por qué no veta la subvención del Estado a la Iglesia católica? Lo normal sería que los católicos que así lo quieran (pocos serían esos fieles) paguen las iglesias, las misas, las procesiones, etcétera. Y así él podría estar en su derecho de vetar al ministro de Justicia, pero no ahora, que somos todos los españoles (incluidos los que no creemos esas historias) los que contribuimos al pago de tanto derroche. ¿Cómo puede el Gobierno seguir permitiendo estas injusticias? Y lo que más me sorprende es que don Marcelo no vete, ni condene, ni diga esta boca es mía cuando parejas muy católicas ellas se divorcian (incluso, y es lo más triste, cuando aún no existía el divorcio) y se vuelven a casar por la Iglesia (la misma que no permite el divorcio, teniendo que repetir el sacerdote por segunda vez: "Lo que Dios ha unido no lo separe el hombre"). La Iglesia debería haber predicado siempre con el ejemplo; pero ¿qué se puede pensar de una institución que ha bendecido cañones para matar, que ha permanecido muda ante la pena de muerte? ¿Qué estandarte levanta ahora diciendo que no se mate a algo que científicamente está demostrado que no tiene vida hasta que no se puede valer por sí mismo? Pero siguen cobrando del Estado. Y lo que aún más me repatea es que un señor que no sabe lo que es ser padre, pero padre de verdad, ni lo que es tener una familia diga no al divorcio y no al aborto, y vete la presencia de un ministro que tiene detrás el respaldo del pueblo español en su mayoría, cosa que no puede decir don Marcelo./