Seis bombas explotaron en sucursales bancarias de las poblaciones malagueñas de Marbella y Fuengirola
Seis bombas, con una carga aproximada de un kilo de amonita, explosionaron en la madrugada de ayer en otras tantas oficinas de los bancos Hispano Americano, Santander y Vizcaya en Marbella y Fuengirola. Las explosiones han causado importantes daños, sobre todo rotura de cristales, y tres personas resultaron con heridas leves. La vigilancia policial se ha reforzado considerablemente en toda la Costa del Sol tras una reunión urgente de la comisión de seguridad ciudadana.
La acción terrorista coincide con la 16ª Reunión Bancaria Internacional que se celebra estos días a pocos kilómetros de Marbella. En esta reunión participan banqueros de 31 países, entre ellos representantes de las entidades afectadas. Hasta el momento de redactar esta crónica ningún grupo había reivindicado la colocación de las bombas, y las autoridades policiales dudaban entre ETA y GRAPO.En Marbella, las explosiones se produjeron entre las 4.30 y las 5.00 horas, afectando, por este orden, a las oficinas centrales de los Bancos de Santander, Vizcaya e Hispano Americano, situadas todas en el centro de la ciudad. Como consecuencia de la primera explosión, tres personas resultaron con heridas leves de las que fueron atendidas en Clínica Marbella. Una cuarta bomba, que no llegó a explosionar, fue colocada en la oficina del Banco de Bilbao.
Los daños han afectado principalmente a las puertas de entrada y cristales de las viviendas y comercios próximos como consecuencia de la onda expansiva, muy fuerte debida al tipo de explosivo utilizado.
En Fuengirola, a 30 kilómetros de Marbella, las explosiones comenzaron a las cinco de la madrugada, también en la oficina del Banco de Santander, siguiéndole, en un intervalo de 15 minutos, las del Hispano y Vizcaya. Tanto la potencia de los artefactos como los daños son similares a los anteriores, aunque en esta localidad no hubo heridos.
"Pudo ser una tragedia"
El alcalde de Fuengirola, el socialista Sancho Adán, declaró en la mañana de ayer que los atentados "han podido causar un desastre, sobre todo en la Plaza de la Constitución", ya que en dicha plaza se halla la sucursal del Banco de Vizcaya siniestrada, donde se suelen congregar durante la madrugada numerosos turistas. Sancho Adan señaló que las placas de mármol del edificio fueron desplazadas varios metros y "hubieran actuado como metralla".Con respecto a una posible repercusión en el turismo de estos atentados, el alcalde de Fuengirola indicó que "si esto se vuelve a repetir, puede ser el caos, ya que afectaría enormemente al turismo, que es la primera industria de la provincia de Málaga y la que da más puestos de trabajo en una de las zonas con más paro de España".
Por otra parte, los tres extranjeros que sufrieron heridas leves en las explosiones han sido dados de alta. Se trata de los irlandeses Donna Higgins y Allan O'Brien y el escocés Peter Church, que fueron atendidos en la Clínica Marbella.
Recuerdo de la campaña de 1979
Aunque fuentes de la policía descartan en un primer momento relación alguna con la cadena de atentados de 1979 contra el turismo, llevada a cabo por ETApm, en las poblaciones afectadas se ha recordado aquel verano de hace ahora tres años. En 1979, ETA Político Militar llevó a cabo una campaña terrorista en las zonas turísticas de la costa mediterránea española, que afectó especialmente a la Costa del Sol. Entre el 27 de junio y 4 de julio, en Marbella, Torremolinos y Fuengirola explosionaron doce artefactos, colocados en las proximidades de centros hoteleros y en las playas más concurridas de la zona. El artefacto de mayor potencia, con veinticinco kilos de Goma 2, fue colocado en el club náutico de Marbella.Los daños materiales fueron cuantiosos, aunque las peores consecuencias se reflejaron en el descenso de la afluencia turistica en plena temporada veraniega que, en la Costa del sol, afectó sobre todo al turismo alemán, uno de los principales clientes de la zona. Las informaciones del periódico sensacionalista Bild Zeitung, que, al resultar heridos leves dos turistas belgas, tituló La Costa del Sol ensangrentada, motivaron una anulación masiva de reservas.
La campaña de ETApm, que tenía como objetivos presionar en la elaboración de un estatuto de autonomía y la liberación de los etarras presos, afectó también a Castellón, Peñíscola y Benidorm, localidades en las que, en las mismas fechas, explosionaron cuatro artefactos.
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