El Gobierno vasco reclamará la reforma del estatuto si no se descongelan las transferencias

TONIA ETXARRIEl Gobierno vasco pedirá la reforma del Estatuto de Autonomía en el caso de que no se supere el bloqueo existente en el diálogo mantenido entre la Administración central y vasca en relación a las transferencias, según se desprende de las declaraciones efectuadas ayer en Vitoria por el portavoz del Ejecutivo autónomo, Pedro Miguel Etxenike. Aunque confirmó la voluntad de dialogar con el Gobierno central al más alto nivel, según anunció el vicepresidente del Gobierno vasco, Mario Fernández, el portavoz de Ajuria Enea, explicó que "si el Estatuto queda seriamente disminuido y no es el que el pueblo votó, deberíamos iniciar su reforma".

Esta afirmación de modificación del Estatuto, realizada a título personal pero en el marco de una conferencia de prensa por el portavoz del Gobierno vasco, venía a desenterrar las afirmaciones en el mismo sentido lanzadas por el PNV en la campaña electoral de las elecciones del 28 de octubre.El parón en las transferencias, reconocido no sólo por autoridades autonómicas sino también por el delegado del Gobierno, Ramón Jáuregui, está siendo un motivo de preocupación para el Gobierno vasco, que no oculta su preocupación por la resolución que el Tribunal Constitucional adopte sobre la ley orgánica (le Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA), cuya dictamen inició ayer y para cuya conclusión dispone de un plazo máximo de 40 días.

En realidad, la forma de proyectar los traspasos de competencias está siendo un obstáculo difícimente superable en las relaciones entre nacionalistas y socialistas. Para éstos, el. Gobierno central ha hecho ofertas que el Gobierno de la comunidad autónoma no ha querido aceptar. Para el Ejecutivo vasco resulta inaceptable admitir traspasos parciales que corresponden a un paquete sobre el que no existen acuerdos globales.En este contexto el vicepresidente vasco ha propuesto la celebración de un encuentro político entre los dos Gobiernos, que en su opinión se traduciría en conversaciones con el ministro de Administración Territorial o el propio vicepresidente del Gobierno central, Alfonso Guerra. Contrariamente a los planteamientos socialistas, que prefieren negociar las transferencias de forma concreta y puntual, incluso parcial, dada su complejidad técnica, Mario Fernández ha insistido en que cualquier competencia está inserta en un marco jurídico general y, en consecuencia, las dos administraciones deben negociar a fondo y de forma global toda la filosofía autonómica.Más explícito fue el portavoz de Ajuria Enea, al señalar que el diálogo necesario entre ambos gobiernos no se puede atener a criterios de "mera formalidad" que no supongan un avance real en las transferencias concretas. Tras señalar -que "hay una amenaza real al Estatuto vasco", el portavoz del Gobierno autónomo precisó de forma genérica que "si se vieran agotadas las vías del diálogo efectuaríamos un replanteamiento de las posiciones estatutarias".Lealtad con el puebloPreguntado por EL PAÍS si estaba insinuando la posibilidad de que el Gobierno vasco planteara la reforma del Estatuto de Autonomía, Pedro Miguel Etxenike respondió: "Si se aniquilan las competencias legislativas del Parlamento, que eso es lo que está ocurriendo, se agotan las vías del diálogo y se disminuye el desarrollo del Estatuto, el Gobierno vasco no sólo podría, sino que debería plantear una reforma, ya que debe ser leal con el pueblo vasco que votó el Estatuto de Autonomía".Por su parte, Euskadiko Ezkerra señala que la ausencia de espíritu y de colaboración mutua entre los dos Gobiernos se debe a un gesto electoralista", teniendo en cuenta que en el País Vasco, según el mencionado partido, "se ha iniciado ya la campaña para las próximas elecciones autonómicas". No ocultan los representantes del mencionado partido su preocupación por el parón existente en materia de transferencias, pero piensan que en otro período el mencionado bloqueo se hubiera superado con menos dificultades. Para Mario Onaíndia las discrepancias existentes entre los dos Gobiernos están alcanzando una cota de "exageración" que sólo puede tener una justificación electoralista. "El PNV está intentando agudizar los conflictos con el poder central, mientras el PSOE pretende justificar una actitud poco autonómica por parte de su Gobierno". Por su parte, el delegado del Gobierno en el País Vasco -que está manteniendo contactos con la mayoría de fuerzas políticas y sindicales, salvo el PNV y PSOE, quizás para dar peso a otras actitudes que no sean las enmarcadas en el debate bipolarizado entre nacionalistas y socialistas- hacía especial hincapié en la necesidad de negociar las transferencias de forma específica.

En este sentido declaró a este periódico que existen campos en los que la autonomía podría haberse ido desarrollando sin que hubiera hecho falta esperar a negociaciones globales. Para demostrar que, a pesar de las dificultades, es posible avanzar en el terreno autonómico, y que en consecuencia "el vaso está medio lleno", Ramón Jáuregui declaró: "Se han hecho ofertas que el Gobierno vasco debería haber aceptado, si es que le interesa la profundización de las cotas de autonomía por encima de cualquier venta de imagen de frustración".

Es precisamente en "los acuerdos parciales" donde el Gobierno vasco no quiere avanzar, porque considera que si acepta tan sólo un capítulo de todo un bloque de competencias, no podría desarrollarlo en la práctica. "Hay que dejar bien claro que los acuerdos parciales significan que sólo estamos de acuerdo en parte y, por lo tanto, no hay acuerdo total", explicaba Mario Fernández, para quien el vaso de las transferencias está "medio vacío".