Un pacto de silencio envuelve la reunión que celebran en Panamá los cancilleres americanos

Un pacto de silencio rodea las deliberaciones de los cancilleres centroamericanos reunidos desde el sábado en Panamá con sus cuatro colegas del grupo Contadora. El representante de Costa Rica, Peter Ekhart, calificó los contactos mantenidos el domingo como "sorprendentemente positivos", aunque descartase a continuación que de esta conferencia puedan surgir acuerdos específicos.

Casi toda la jornada del domingo estuvo destinada por los nueve ministros a debatir conjuntamente cuestiones de procedimiento y elaborar la lista de temas que serán abordados en la reunión. Almuerzos aparte, es ésta la primera vez que el grupo Contadora consigue reunir en la misma mesa a los cinco cancilleres centroamericanos, aunque sea para discutir cuestiones previas a la negociación de fondo.Al final de la tarde, existía cierta expectativa porque Nicaragua y Honduras, los dos polos en este diálogo por la paz de Centroamérica, hubiesen aceptado una fórmula para negociar sus diferendos en presencia de los cuatro cancilleres de Contadora. Con este procedimiento, se trataba de orillar la estricta bilateral dad exigida por Managua para estas conversaciones y la multilateralidad que pretendía imponer Tegucigalpa.

Tono acusatorio

Entre las escasas declaraciones concedidas en los pasillos destaca, sin embargo, el tono acusatorio empleado contra Nicaragua por los cancilleres de Honduras y Costa Rica, quienes coincidieron en que el peligro más inminente de guerra regional está provocado por el armamentismo de los sandinistas, que a su juicio han almacenado un arsenal cuatro veces superior al de todos los demás países centroamericanos juntos.Este tema de la carrera armamentista regional fue el primero que abordaron los cancilleres a partir de las nueve de la noche del domingo. En este capítulo, Nicaragua tiene también sus propios agravios contra Honduras, aumentados después de conocerse la decisión norteamericana de establecer una base militar permanente en la costa norte de ese país y la probable compra a España de 7 a 14 aviones de entrenamiento militar Aviocar.

A las 10 de la mañana de ayer, el ministro costarricense fue convocado por el Grupo Contadora para analizar el informe elaborado por los observadores destacados en su frontera con Nicaragua. Aunque su contenido se mantiene en secreto, ha trascendido que la comisión recomienda el envío de técnicos militares a los puntos más calientes (Río San Juan, Peñas Blancas, Upala y Los Chiles) para garantizar un control más efectivo.

Esta propuesta estaría a mitad de camino entre la misión actual y la presencia directa de tropas que pide el Gobierno costarricense. Los observadores han destacado la tensa situación fronteriza y la dificultad de controlar un territorio que se extiende a lo largo de 318 kilómetros cubiertos por selva virgen.

Posible reunión plenaria

Una vez iniciados los debates de fondo, los nueve ministros están auxiliados por un viceministro y dos asesores. Un total de 36 personas participan de la conferencia, divididos en dos equipos de trabajo. Para última hora de ayer se había planteado la posibilidad de celebrar una reunión plenaria para elaborar las conclusiones. Ésta debía terminar a las ocho de la tarde (tres de la mañana de hoy en Madrid), ya que a esa hora los cancilleres iban a trasladarse a Cartagena en un avión enviado por el presidente de Colombia.En esta ciudad del Caribe tendrá lugar mañana una reunión informal a la que asistirán el presidente de Colombia, Belisario Betancur, el jefe del Gobierno español, Felipe González, 16 ministros latinoamericanos de Relaciones Exteriores, el ex presidente boliviano Walter Guevara y un subsecretario brasileño. Por primera vez desde 1964, un canciller cubano participa en una reunión continental de este nivel, que tendrá como tema central la paz en Centroamérica. Betancur y Felipe González serán los únicos oradores oficiales en los actos conmemorativos de Cartagena, que celebra el 450 aniversario de su fundación.