Tres pueblos de la sierra madrileña no tienen alcalde

Catalina Gómez es una mujer mayor a quien su vitalidad impide considerar como una anciana, a pesar de la prótesis colocada en su cadera a raíz de una operación. Es una de las personas más al corriente del sentir de sus conciudadanos, los apenas 100 vecinos de Berzosa de Lozoya, por su condición de cartera de la localidad.

Para Catalina Gómez la actitud de sus convecinos es muy fácil de explicar: "La gente del pueblo vive de la agricultura, la ganadería y los trabajos de construcción de los chalés, todo a la vez. No tenemos grandes problemas, pero los que hay los conocemos nosotros mucho mejor que cualquier persona de Madrid. Al candidato de ese partido no le conocía nadie, ni él a nosotros, y por eso la gente no quiso votar. Lo hicimos todos a conciencia, casi a mala leche. Preferimos que siga el mismo alcalde que hemos tenido hasta ahora, pero no quiso presentarse, no me pregunte usted por qué, que no lo sé".

Berzosa de Lozoya, al igual que las otras dos localidades restantes, vota tradicionalmente a la derecha. En las elecciones generales del 28 de octubre, AP-PDP obtuvo 29 votos, por 10 el PSOE y otros 10 la UCD. Los vecinos, tal vez aplicando el viejo refrán de "más vale malo conocido que bueno por conocer", parecen preferir descargar las responsabilidades de gobierno municipal en aquellas personas pertenecientes a sectores tradicionalmente de derechas, pero sin adscripción partidista definida.

Nuevas elecciones

En Robledillo de la Jara tampoco nadie quiso someterse a la prueba que supone la comparecencia pública en unas elecciones El alcalde anterior, y aún alcalde en funciones, Domingo Ramírez, desistió de presentarse a la reelección porque, según sus propias palabras, se encuentra cansado y un poco desilusionado por la irresponsabilidad de sus vecinos. El secretario municipal abunda en esta opinión y da un ejemplo claro: varios vecinos se han ofrecido a presentarse como concejales si ha nuevas elecciones, siempre que Domingo se comprometa a encabezar la lista. En caso contrario, no se presenta nadie, para nada.Porque dentro de poco tiempo, en estos tres pueblos, como en otros muchos repartidos por España en los que no se han podido constituir los ayuntamientos por circunstancias diversas, lo más probable es que las elecciones se repitan. Así se hizo ya en 1979, y en Robledillo lo saben bien, puesto que son reincidentes. En abril de 1979 sólo se presentó una candidatura, la del Movimiento Comunista, que tampoco obtuvo ningún voto por ser gente de fuera7. El 15 de junio se celebraron elecciones parciales y obtuvo el triunfo Domingo Ramírez, cobijado bajo las siglas del partido entonces en el Gobierno, UCD.

El 8 de mayo, 55 de los 67 votantes que forman el censo electoral votaron Cada uno a la opción política preferida, para la elección de los parlamentarios autonómicos. Ni una sola papeleta fue introducida en la. urna dedicada a los comicios municipales. "Fue una forma de protesta hacia la candidatura presentada, formada porgente que nunca había estado aquí", explicó Domingo Ramírez. "No cito el partido porque eso da igual. No íbamos contra nadie en particular".

El alcalde en funciones de Prádena del Rincón, Pablo García Martín, que no quiso competir en pasado 8 de mayo, está ahora decidido a formar una candidatura en caso de que haya nuevas elecciones. El motivo es la actitud de sus convecinos, que dejaron muy claro que sólo elegirán para alcalde a alguien del pueblo; y, por otra parte, que si el ayuntamiento no puede constituirse, alguien tendrá que nombrar una comisión gestora, cosa que no sabe muy bien qué es pero que tampoco le gusta nada. El lunes 23 de mayo García envió un escrito al Gobierno Civil dando cuenta de su decisión, apoyada por dos de sus compañeros de la corporación anterior, Vicente González y Félix Martín.

Pablo García asegura que la gente es capaz de administrar sus problemas sin que tenga que venir nadie de ningún sitio a hacerlo, mientras sigue su trabajo de poner las piedras que servirán de cimientos a una casa que está construyendo. Ycontinúa: "Aquí no vino nadie a hacer campaña ni a contar qué pensaba hacer en el pueblo. Y creo que hubo algunos vecinos que intentaron presentarse a última hora, sin avisar, para no tener competencia, pero les salió mal porque llegaron cuando ya, se había cerrado el plazo de presentación de candidaturas. Todo eso me ha sentado como un tiro, y por eso me presento ahora, si hay elecciones. Y le aseguro que si antes no votó nadie no fue porque nos reuniéramos ni nada por el estilo. Yo dije que no iba a votar, otros dijeron lo mismo y la voz se fue corriendo por el pueblo".

Juan Manuel Cuesta es un caso particular. Técnico en alimentación, 28 años de edad, domiciliado en Madrid, hace apenas tres meses que se afilió al partido de Garrigues. El PDL le presentó como candidato a la alcaldía de Villavieja de Lozoya, localidad cercana a las anteriores, y salió elegido. Cuesta se molestó en acercarse al pueblo y hablar con los vecinos. Ocho de, ellos decidieron otorgarle un margen de confianza.