Se eleva a 17 el número de guardias civiles implicados supuestamente en operaciones de contrabando de tabaco

Diecisiete guardias civiles se encuentran presuntamente implicados en actuaciones de contrabando, según una nota facilitada ayer por el Gobierno Civil de Pontevedra. Nueve pertenecían al puesto de Cuntis, seis al subsector de Tráfico de Pontevedra y dos al cuartel de Cambados. Las investigaciones, promovidas por el jefe de la Guardia Civil de Pontevedra, no están cerradas y fuentes solventes apuntan a que la cifra de guardias que podrían haber favorecido la comercialización ilegal de tabaco se eleva a 29.

El Gobierno Civil de Pontevedra ha manifestado que, como consecuencia de las investigaciones llevadas a cabo por la Comandancia de la Guardia Civil sobre este particular (véase EL PAIS del pasado día 15), el 2 de mayo último el capitán de la quinta compañía Villagarcía de Arosa procedió al arresto gubernativo de la totalidad de los nueve miembros del puesto de Cuntis por haber cometido diversas faltas reglamentarias. Los afectados fueron trasladados a la Jefatura de la Comandancia para cumplir el arresto preceptivo, siendo relevados por otras fuerzas de la unidad que continúan prestando servicio ordinario en el puesto.Anteriormente, se habían apreciado hechos que podrían constituir delito, y en los que pudieran estar implicados, en mayor o menos grado, algunos de los arrestados. De acuerdo con la ley, se realizaron las correspondientes actuaciones policiales que fueron remitidas a la autoridad judicial militar de la región, por lo cual las diligencias y actuaciones se encuentran bajo secreto sumarial. También con anterioridad a estos hechos, y desde el momento en que se descubrieron, se tramitan actuaciones judiciales en las que aparecen presuntamente implicados seis miembros del subsector de Tráfico de Pontevedra y otros dos guardias civiles que pertenecían al puesto de Cambados. Afirman finalmente las fuentes oficiales que carecen de fundamento real otras especulaciones sobre este tema.

Decidida actuación del jefe del Cuerpo

Sin embargo, otras fuentes apuntan a que un total de 29 miembros de la Guardia Civil podrían estar implicados en el caso por el momento. La apertura de la investigación promovida por la Guardia Civil se remonta a la toma de posesión, en febrero, del jefe del cuerpo en Pontevedra, teniente coronel Pascual Navarro, quien realizó las visitas habituales de reconocimiento a todos los cuarteles.

Durante estas visitas observó con extrañeza que algunos números del cuerpo vivían muy por encima de sus posibilidades reales. Esto, unido a los rumores que hasta él llegaron en el sentido de que había posibles connivencias entre parte de la Guardia Civil y los contrabandistas, así como la comprobación de las mínimas aprehensiones que se realizaban en proporción con los dispositivos de vigilancia de que se disponía, motivó la puesta en marcha de este plan. Entre las anécdotas que se cuentan al respecto está la de un número de la Guardia Civil, quien, al despedirse del mando que visitaba el cuartel, montó en un Mercedes de tres millones de pesetas, con la consiguiente perplejidad de su superior, que utilizaba para sus traslados un modesto Seat 127.

En una interpelación parlamentaria del diputado socialista por la provincia de Pontevedra, José Vázquez Fouz, en 1982, se decía que el volumen del contrabando que pasa por Pontevedra supera anualmente los 30.000 millones de pesetas, dejándose entrever en su intervención que podría existir una cierta permisibilidad por parte de los encargados de controlar este tráfico ilegal, tráfico cuyas ganancias han producido un despegue económico espectacular en toda la ría de Arosa, donde han proliferado, en los últimos años, una serie de establecimientos comerciales y de diversión propios de ciudades con un nivel de vida muy superior al normal en estas zonas., Esto preocupa seriamente a las autoridades civiles de la provincia, quienes se dan cuenta del caos que podría originarse si se corta de raíz el contrabando de tabaco rubio en la comarca.

No obstante, los mandos de la Guardia Civil pusieron en marcha un amplio plan de impermeabilización de la costa y vigilancia especial de las carreteras de acceso, durante el cual descubrieron varios cargamentos que habían conseguido atravesar esta barrera. Dado que las zonas por donde se puede realizar el desembarco en la costa desde las planeadoras son contadas, fue fácil suponer que varios guardias civiles encargados de la vigilancia no habían cumplido su cometido.

En relación con el caso, un comandante destinado en la Dirección General de la Guardia Civil comentó ayer a este diario que los responsables del Cuerpo "son los primeros interesados en aclarar los hechos y, en caso necesario, en que los responsables sean castigados de arreglo con la ley". El mismo comandante manifestó que los salarios de los guardias son muy bajos, por lo que no era muy extraño que se hubiera producido este hecho, si bien precisó que este extremo no justifica en absoluto la actuación de los agentes.